En la antesala a la presentación del proyecto de Presupuesto 2021, ya trascendieron cifras sobre las variables más importantes de la economía. Como se espera que suceda este año, se proyecta que la inflación profundice su desaceleración. De acuerdo a los últimos rumores, el Índice de Precios al Consumidor treparía al 28% en todo 2021, una cifra significativamente menor a las últimas proyecciones hechas por el mercado. En el último Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central correspondiente a agosto, la inflación esperada para este año ronda el 38% anual a fin de 2020, mientras que para el próximo año se ubica por encima del 47%.
En lo que va del 2020, los precios acumularon un incremento del 15,8%. Aún así, cabe remarcar que el rubro alimenticio experimentó una suba mayor, y arrastra un alza del 18,7%. Respecto a la evolución interanual, desde el 52,1% de diciembre, el indicador se redujo 9,7 puntos porcentuales, lo cual marca el sendero de desaceleración. Desde septiembre de 2018 que esta variable no obtiene registros menores al 40%.
Desacelerar los precios
Respecto a la presentación del Presupuesto en el Congreso, la vicejefa de gabinete, Cecilia Todesca, anticipó una inflación punta a punta "más cerca de 30 que de 40%" en 2020 y "un poquitito" más que 28% el año próximo. Sobre las perspectivas de recuperación, aseveró que tras las caídas de abril y mayo, "en junio y julio se pegó la vuelta hacia arriba y agosto sigue subiendo, pero no con la misma tendencia empinada, baja un poquito".
En otro aspecto, admitió que "hay un diálogo abierto" con los productores de granos para que aceleren la liquidación de divisas, pero evaluó que "por lo pronto" allí "no" ven "un cambio muy fuerte en el corto plazo". En tanto, explicó que "si el productor no necesita los pesos, se queda con los granos y espera para venderlos, sobre todo porque algunos precios están subiendo".
También, Todesca marcó que continuarán "tratando de defender este cepo (cambiario), así como está", mientras que descartó la posibilidad de un desdoblamiento cambiario así como también "mayores restricciones a la compra de dólares".
Asimismo, se prevé un superávit fiscal equivalente al 4,5% del PBI. El gobierno apuntaría a recortar los gastos en ATP, IFE y otros auxilios vinculados a la pandemia de coronavirus a medida de que la actividad mejore, en especial para el segundo semestre, período en el cual ya se aplicaría en la población una vacuna contra el COVID-19.