El sector cárnico pronostica un octubre diferente de lo habitual. Mientras que generalmente este mes suele ser de fuertes aumentos estacionales, esta vez diferentes factores, tanto internos como externos y de oferta como de demanda, llevan a prever un precio de la carne planchado al menos durante las próximas semanas.
El panorama de base es complicado. A raíz de la devaluación del 22% en el dólar oficial, que suele impactar especialmente en el precio de los alimentos, este rubro aumentó un 15,6% en agosto, al tope de los 12 que releva el Indec.
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En la carne fue aun peor. Los cortes relevados por el organismo estadístico (paleta, asado, carne picada, cuadril y nalga) aumentaron en agosto un 35% promedio, liderando la suba de los alimentos en general. Así, la carne bovina subió luego de cuatro meses de calma, ya que la última suba previa de dos dígitos, según el IPCVA, había sido en marzo (un 14,2%).
De este modo, la devaluación post PASO de agosto cambió el escenario. Hasta julio, la cadena cárnica preveía que el siguiente gran salto en los precios llegaría recién en octubre con el fin del efecto de la sequía, ya que la falta de pasturas durante la sequía obliga a liquidar el ganado más rápidamente y genera sobreoferta.
Octubre se trata, además, de un mes en el que estacionalmente suele haber suba de precios, tanto por las pocas lluvias que bajan la oferta como por la llegada de la primavera que hace crecer la demanda.
Sin embargo, este año el aumento se adelantó, por lo que la cadena de valor del sector espera que en el mes entrante no se produzca un nuevo salto en los precios. "Me parece que vamos a tener un mes de octubre tranquilo", consideró Daniel Urcía, titular de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA).
Por qué no aumentará la carne en octubre
Más allá de la devaluación, otros factores influyen en esta situación. Del lado de la demanda, una razón es la falta de "poder adquisitivo de la gente", señaló a El Destape el titular de los frigoríficos ABC, Mario Ravettino, por lo que una nueva suba llevaría inevitablemente a una baja de ventas. "Los precios no van a aumentar porque el público no tiene con qué comprar", coincidió Miguel Schiariti, de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
También hay factores climáticos. "El Niño está encaprichado y no ha llovido, salvo para unos pocos afortunados a quienes les llovieron 15 o 20 milímetros y tienen algo para poder mantener (al ganado) en el campo. En otras palabras, y pese a lo que se preveía el trimestre pasado, el "efecto sequía" todavía no terminó, mientras que los productores de la zona núcleo remarcan que el suelo sigue sin reservas de agua.
Por otro lado, Ravettino apuntó a un factor externo, como es la caída de los precios de exportación. De esta forma, se evita el elemento de presión que impulsó los precios del mercado interno durante extensos períodos en los últimos años.
Para lo que seguirá más allá de octubre, el sector se muestra cauto, máxime teniendo en cuenta que la economía estará determinada entonces por lo electoral. "Tendremos que ver cómo sigue todo, cómo sigue la economía, cómo sigue el clima", apuntó Urcía, y señaló: "Si mañana Economía nos anuncia un dólar maíz nos cambia todo".
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