Con el resultado de las elecciones generales ya cantado y ante las puertas del balotaje entre Javier Milei (La Libertad Avanza) y Sergio Massa (UP), los empresarios ganaderos –muchos volcados a la exportación – volvieron a la carga contra algunas de las políticas oficiales, sobre todo las vinculadas con los cortes populares que deben comercializarse en el mercado interno. Los exportadores pretenden más cupo de ventas al exterior, sobre todo por la baja del precio internacional. Ganan dinero pero quieren más; sobre todo ahora, ya que también se beneficiarán del nuevo tipo de cambio exportador. Hacia el mercado interno, también recompusieron rentabilidad con la suba de precios en el Mercado de Hacienda de Cañuelas.
Tras las PASO, el Gobierno había iniciado negociaciones con el Consorcio Exportador ABC para que garantizasen un mayor volumen de carne hacia el mercado interno. Por estas horas, cuestionaron una supuesta intervención del Gobierno sobre los precios locales, versión retrucada por el secretario de Agricultura, Juan José Bahilo. Lo cierto es que los ganaderos, sobre todos los exportadores, pujan por consolidar una mayor rentabilidad de la que ya obtienen.
Lobby exportador
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Según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA) y el Consorcio ABC, las ventas al exterior de carne bovina refrigerada y congelada en los primeros nueve meses del año resultaron cercanas a las 511,5 mil toneladas por un valor cercano a los 2.137 millones de dólares. En volumen se habría crecido un 7,9% mientras que el valor obtenido fue un 22,5% inferior. La mayor parte de los envíos son hacia China.
La baja del precio internacional de la tonelada exportada no es una novedad sino que empezó a percibirse desde mayo de 2022. Ante este escenario, los frigoríficos locales pugnan porque se les permitan mayores volúmenes de exportación, es decir que se retrotraiga la medida que cuida el consumo interno de los 7 cortes populares.
Como existe una medida oficial para garantizar el abastecimiento interno de algunos cortes populares, los empresarios del sector hablan de intervencionismo. Por eso tuvo el secretario de Agricultura, Juan José Bahilo, tuvo que salir al cruce de algunos empresarios del sector: “Nunca hemos actuado ni presionando a los actores del sector ganadero para fijar precios de la carne, ni a ningún otro actor”, sostuvo a través de sus redes sociales.
Mercado interno
Así y todo, el precio del ganado vivo empezó a tomar temperatura, sobre todo luego de la devaluación del 22% post PASO. En septiembre, el valor promedio del kilo vivo en el mercado de Cañuelas subió un 3,9% con relación al mes previo y se ubicó en $ 637,1.
“Esto ocurrió luego de los grandes reacomodamientos que habían provocado el dólar agro primero y luego el salto devaluatorio que fuera de contexto aplicaron las autoridades económicas el día posterior a las PASO. Tan significativas fueron esas medidas, que en las puertas de la primavera el precio de la hacienda en pie comenzó finalmente a alinearse con la realidad inflacionaria del país”, explicaron desde CICCRA.
De septiembre a septiembre, los principales aumentos en el mercado concentrador ocurrieron en los novillitos (144,9%), los toros (136,4%) y vaquillonas (135,3%), seguidos por los novillitos y vacas (134,9% y 134,8%, respectivamente).
Los empresarios del sector se quejaron durante todo el año de que el precio de su producción iba por detrás de la inflación. Así presionaban para mayores aumentos, con un esperable impacto en el precio de góndola.
La ganadería estuvo afectada por otras cuestiones. Por un lado, el encarecimiento del maíz para alimentar el ganado luego de implementarse el dólar agro, sumado a la falta de stock como consecuencia de la sequía que provocó un adelanto en la faena. La sequía hizo que los productores tuvieron que recurrir al engorde por maíz. Esto aceleró el proceso de producción, por ende, durante el primer semestre hubo una mayor faena a la esperada. Y ahora se empiezan a notar faltantes, y por eso también sube el precio en los mercados concentradores.
Los ganaderos “ganan” con la suba del precio del ganado en pie en el mercado interno y los exportadores quieren una mayor tajada, a pesar de haber sido beneficiados en las últimas horas con un tipo de cambio diferencial.
El lunes, Massa anunció que los complejos exportadores podrán liquidar el 70% de sus ventas al tipo de cambio oficial, que ronda los 360 pesos, y el otro 30% será de libre disponibilidad, por lo que podrán canjearlos en el Contado con Liquidación. Una vez descontados los derechos exportación del 9%, los frigoríficos obtendrán un tipo de cambio cercano a los 480 pesos. Pero siempre quieren más.
Vacas gordas bolsillos flacos
Los precios de los productos vinculados al sector ganadero picaron en punta durante el año. Es decir, no hubo ningún atraso frente a la inflación como bramaron en su momento desde la Mesa de Enlace. De hecho, algunos cortes subieron más que la variación interanual registrada a septiembre por el Indec.
Por el ejemplo, el cuadril pasó de $3014,67 a $3545,97, es decir, un aumento de 17,6% durante septiembre comparada con el mes anterior. “El acumulado en 2023 fue del 160,4%. En términos interanuales, el aumento fue de 169,4%”, destacó un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
El en caso de la carne picada común, su valor pasó de $1702,55 a $1972,69, es decir, un aumento de 15,9% mensual. En la comparación interanual, el alza fue del 172,4%; mientras que la nalga registró una variación enero – septiembre del 152%.
Por su parte, el asado pasó de $2470,95 a $2846,01, una suba mensual del 15,2%. El acumulado en 2023 llega al 129,2%, mientras que en la comparación interanual, el alza fue del 156,4%.