La inflación no cede: sigue la carrera entre alimentos y servicios públicos

La inflación refleja una resistencia a la baja y alimentos y artículos de primera y servicios públicos continúan la carrera alcista.

21 de agosto, 2024 | 00.05

Pese a la política recesiva del gobierno de Javier Milei, la inflación refleja una resistencia a la baja y alimentos y artículos de primera y servicios públicos continúan la carrera alcista que atiza mes a mes los precios. La dolarización de insumos y alimentos y los ajuste de tarifas le ponen un piso a la desaceleración de la inflación, a pesar de que se restringió a mínimos históricos el consumo interno. Luego del dato de inflación de julio, la suba de precios en alimentos y bebidas proyectada para agosto, sobre la base de las dos primeras semanas del mes se ubica en el 3,8 por ciento, mientras que los servicios de energía, transporte y agua, congelados el mes pasado, el costo de la canasta total se incrementó 375 por ciento se incrementó 375 por ciento a partir de las actualizaciones de las tarifas en el transporte (enero y febrero), la energía eléctrica (febrero, junio y agosto), gas natural (abril y junio) y agua (abril, julio y agosto).

El consumo se ubica en sus menores registros históricos frente a salarios que no llegan a cubrir lo mínimo indispensable. La canasta básica alimentaria para un hogar de cuatro integrantes (dos personas adultas y dos menores) se ubica en 405.697 pesos, a los que se suma la canasta de servicios para un hogar promedio, que en el AMBA sin subsidios, asciende 143.082 pesos, según INDEC y el Observatorio de tarifas y subsidios IIEP (UBA-Conicet). De tal manera, un hogar necesita 548.779 pesos para vivir (sin contar alquiler ni otros servicios, como Salud o Esparcimiento). En tanto, el salario mínimo a agosto se ubica en 254.231 pesos . Sin embargo, las estadísticas oficiales no refleja estos saltos en los precios relativos y generales, además de los cambios en el consumo.

El INDEC informa un aumento en agua, electricidad, gas y otros combustibles en el año del 161,5 por ciento, cuando el informe de Conicet y la UBA detalla una suba de al menos el doble en promedio. Estos aumentos no evitaron que siga, además, la cobertura en subsidios a la energía. “La cobertura tarifaria residencial, estimada como el promedio ponderado de costos de los servicios públicos en el AMBA a cargo del usuario, es del 43 por ciento en agosto. El Estado se hace cargo del 57 por ciento restante. Sin embargo, esta cobertura es dispar entre segmentos de hogares y entre servicios”, señala el informe del IIEP. La cobertura tarifaria de los costos de los servicios públicos se mantiene similar al observado en los últimos cuatro meses. Sin embargo, es levemente superior al promedio de los últimos ocho meses (39 por ciento).

En la desagregación por servicio se observa que el incremento más importante fue en la tarifa de gas natural, con un aumento del 1.085 por ciento respecto a diciembre de 2023 y es explicado tanto por los aumentos tarifarios de abril y junio como por el aumento del consumo estacional de invernal. El gasto en transporte aumentó 484 por ciento; en agua, 267 por ciento y en energía eléctrica, 204 por ciento. La canasta de servicios públicos del AMBA de agosto representa el 14,5 por ciento del salario promedio registrado estimado (RIPTE de 933.179 pesos) del mes y el 56,3 por ciento del salarios mínimo vital y móvil; a la vez que el peso proporcional del gasto en transporte es algo más elevado respecto de los restantes servicios.

El mes pasado el Gobierno pateó para agosto varios aumentos de servicio para mostrar un descenso de los precios, luego de que las tensiones cambiarias le sumarán algunos puntos de inflación a alimentos y bebidas. Sin embargo, la inflación en estos bienes no afloja y se sumará el impacto de la subas en las tarifas.

El relevamiento semanal de precios en alimentos y bebidas de la consultora Analytica anticipa para la segunda semana de agosto una variación semanal del 0,8 por ciento. De esta forma, el promedio de cuatro semanas es de 3,2 por ciento. “Para el nivel general de precios proyectamos una suba mensual del 3,8 por ciento durante agosto”, señala el informe, apenas por debajo del 4 por ciento de julio previo.

Por su parte, estimaciones de PriceStats arrojan que la inflación mensual de Argentina subió del 2,8 por ciento al 3.2 por ciento en los primeros veinte días del mes de agosto. "La tendencia se mantiene estable alrededor del 3 por ciento. No hay evidencia de una desaceleración en la última semana", sostuvo Alberto Cavallo, hijo del ex ministro Domingo.

Las categorías con mayor aumento en el promedio de las últimas cuatro semanas son: verduras (8,2 por ciento), carnes y derivados (4,2 por ciento) y otros alimentos (4 por ciento). Por otro lado, las categorías que en promedio acumulan una caída en los precios son pescados y mariscos (-1,8 por ciento) y frutas (-8,3 por ciento).

La contrapartida es que el consumo en los grandes supermercados vuelve a desplomarse en agosto, profundizando la caída que ya había tenido durante julio, en un nuevo mes que transcurre sin la perspectiva de una recuperación para el Gobierno. Concretamente, y tomando los últimos datos disponibles, las ventas de los supermercados caían un 18,8 por ciento interanual en lo que va de agosto, tomando como corte el día 11 del mes, según revelaron a El Destape fuentes de las grandes cadenas.

El Índice Banco Provincia de Consumo (IBP Consumo) que elabora el equipo de economistas de la entidad bancaria registró en el séptimo mes del año un nuevo descenso interanual, esta vez del 23,4 por ciento, y también se detectó una caída frente a junio. El dato más relevante es que supermercados y alimentos registró una fuerte baja mensual del 6 por ciento, sorprendiendo la retracción de las compras de productos claves para la alimentación como el caso de los lácteos. Por su parte, un relevamiento de CIGP - Argentina Panorama Político, Social y Económico revela que el 37,1 por ciento de las familias encuestadas compra menos productos de primera necesidad en supermercados, el 24,2 por ciento dejó de adquirir ropa y calzados y el 14,2 por ciento redujo las salidas.