Por encima de lo esperado en un principio, la inflación se ubicó nuevamente en un 6%, acelerando casi un punto respecto al mes previo. En términos anuales se alcanzó casi el 99%, la más alta desde octubre de 1991 y 48 puntos por encima de la de enero de 2022. Los servicios, la temporada de verano, el aumento de la carne, el pan, la fruta y la verdura aceleraron la inflación y al Gobierno se le agota el margen de error.
Ante el retroceso del plan antiinflacionario que había inaugurado el ministro de Economía, Sergio Massa, con la implementación del programa Precios Justos, ya comenzó el diseño de medidas para frenar los aumentos de cara a marzo. En diálogo con El Destape Radio, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, reconoció que esa es la fecha donde se espera que se consolide un proceso de estabilización para todo el año.
Todas los componentes del índice aceleraron respecto al mes previo, destacándose los Estacionales con 2,8 puntos, alcanzando el 7,9%, principalmente por aumentos en Verduras y Frutas (+16,7% y +11,6%). Por su parte, los productos regulados aumentaron un 7,1%, destacándose la suba de prepagas (+6,5%, transporte público (+12,6%), telefonía (+8,4%) y tarifas (+6,9%).
Por su parte, el rubro de Alimentos y bebidas, principal dentro del índice (27% del total), anotó un incremento del 6,8% y se aceleró más de dos puntos respecto a diciembre. Esta obedece principalmente a mayores aumentos en los precios de la carne y a comportamientos estacionales de frutas y verduras. Solo Alimentos aportó 1,9 puntos sobre la variación total (32%).
Durante enero, la carne (que representa 9% del IPC) aumentó 3,9% mensual, el mayor aumento desde septiembre de 2022. El reanudado empuje del precio de la carne y la estacionalidad de frutas y verduras pondrán mayor presión durante este mes. En contraposición, habrá que observar el efecto que pueda tener la renovación del programa de Precios Justos, lo que impuso un aumento promedio del 3,2% contra el 4% en la versión anterior.
A su vez, también se registrarán aumentos de productos regulados, aunque desacelerarían alrededor de 3 puntos respecto al mes de enero (combustibles 4%, prepagas 6,6% y telefonía 10% en febrero), pero seguirá sumando presión a la inflación. Cabe mencionar que la inflación mayorista continúa en un ritmo del 6% mensual (101% anualizado). La aplicación de acuerdos de precios puede moderar los aumentos en góndolas, pero la dinámica inflacionaria no cambia.
"El programa de precios no es, y no podría ser, la solución a la inflación, que es un problema de orden macroeconómico", afirmó Tombolini. Es que la reactualización de precios en servicios, la suba de alimentos frescos que se encuentran por fuera de Precios Justos, su falta de acceso en negocios de cercanía y la aún inestable situación macroeconómica son factores a los que el Gobierno todavía no pudo combatir de igual a igual.
Micro y Macro: las medidas contra la inflación
A los renovados Precios Justos, el Gobierno lanzó un paquete de medidas para detener el precio de la carne. Será un acuerdo con frigoríficos exportadores para vender siete cortes con descuentos del orden del 30%. El entendimiento congelará valores hasta el 31 de marzo, y luego habrá una pauta de aumento del 3,2% hasta el 30 de junio.
Además, se aplicará una batería de instrumentos que apuntarán a bancarizar carnicerías de barrio, descuentos para consumo con tarjeta de crédito y débito, y subsidios al alimento para engorde de ganado con la meta de beneficiar a los productores afectados por la sequía.
“Para nosotros, más allá de la bronca que nos puede dar, es un desafío que nos obliga, que nos impone la necesidad de seguir tomando medidas, desde la micro, como es la carne, hasta la macro”, indicó el titular del Palacio de Hacienda en el marco del anuncio para el sector cárnico. Por ahora, del costado macroeconómico se desprende la conformación del REPO para equilibrar la brecha cambiaria.
Sobre las iniciativas previstas para robustecer las reservas del Banco Central -que ya vendió más de US$ 500 millones en lo que va del mes-, el Ministerio de Economía trabaja para cerrar un un préstamo garantizado con papeles de la deuda, para el que ya contaría con siete oferentes por un monto proyectado en US$ 1.000 millones.