A poco más de un mes de su debut, el programa de Precios Justos Barriales avanza en su implementación, pero con dificultades en cuanto al abastecimiento de parte de los mayoristas a los comercios de proximidad, expresaron las partes.
El último miércoles, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, recibió a los sectores involucrados en los Precios Justos Barriales con el objetivo de "evaluar el funcionamiento del programa". Estuvieron presentes representantes de los comerciantes minoristas: la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (Faba) y la Confederación General Almacenera (CGA), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y los supermercados chinos de Cedeapsa.
En el marco del encuentro, la Secretaría de Comercio destacó la desaceleración de los precios de los alimentos en las últimas semanas, lo que permitió un repunte en la venta de galletitas dulces, puré de tomate y aceite producto de la estabilización mediante Precios Justos Barriales.
También se informó que, al igual que en junio, el acuerdo con las empresas estipula que para julio ningún precio puede aumentar más del 5%, mientras que la canasta de productos fijos que componen Precios Justos Barriales tendrá una pauta del 3,8%, del mismo modo que los Precios Justos para grandes supermercados.
Los almaceneros y comerciantes involucrados destacaron efectivamente lo positivo del formato del programa y la cantidad de clientes extra que tracciona. Sin embargo, remarcaron que la implementación avanza con varias dificultades, especialmente en cuanto al abastecimiento de parte de los mayoristas encargados de llevar la mercadería a los comercios de barrio.
"Nuestro sector está preocupado porque, de ocho empresas mayoristas que asumieron la responsabilidad del abastecimiento, hay una sola que está acompañando el programa. Se hace bastante cuesta arriba para los colegas poder tener la mercadería", advirtió a El Destape Fernando Savore, titular de Faba y presente en la reunión del miércoles con Tombolini.
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Savore, también vicepresidente de CGA, agregó que, encima, "algunas empresas no están reponiendo mercadería en este mayorista" que sí cumple con el programa. "Por eso, lo que planteamos en la Secretaría de Comercio es que si quieren controlar nuestros negocios (los almacenes) no hay problema, pero fundamentalmente que hay que auditar a los mayoristas para que nos puedan abastecer", pidió.
El mismo panorama expresaron desde CAME. Su vocero, Salvador Femenía, también presente en la reunión con Comercio, señaló a este portal que las propias autoridades "reconocen que es dificultoso, que se va implementando lentamente. Evidentemente falta cumplimiento".
En ese sentido, la propia Secretaría de Comercio informó que, en la reunión del miércoles, se acordó profundizar el esquema por el cual los representantes de los comercios minoristas acercan listas de precios con información a propia dependencia que dirige Tombolini, "para constatar el cumplimiento de Precios Justos por parte de los mayoristas y las demás empresas formadoras de precios como Coca Cola, Arcor, Danone, Mastellone, Quilmes, CCU, entre otros".
De cualquier forma, los almaceneros destacan que "el programa tracciona por el boca a boca de los clientes y eso hace que las ventas un poco suban", según expresó Savore, aunque agregó que "por el otro lado hay caída de ventas" debido a los aumentos sostenidos de los últimos meses.
"Productos que se consumen mucho están apareciendo, con lo cual la gente es receptiva de eso y por ahí cambia los consumos, aprovecha lo que hay y lo compra o se estoquea", coincidió Femenía en esa línea.
La implementación de los Precios Justos Barriales choca, de este modo, con las mismas dificultades que otros intentos anteriores de acuerdos de precios para comercios de proximidad: las complicaciones para controlas el abastecimiento y el cumplimiento de la lista de precios en un mercado altamente atomizado. La Secretaría de Comercio tendrá que superar esta situación para garantizar la productividad de este programa, clave para los sectores no acomodados que no compran en los grandes supermercados.
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