Con la suba mensual en el precio de los alimentos del 9,8 por ciento para febrero, los más afectados serán los sectores que están bajo la línea de pobreza y la indigencia. Según el Departamento de Economía de la Universidad Torcuato Di Tella, con el dato del mes pasado la pobreza en la Argentina saltó del 40,5 al 42,2 por ciento para el semestre comprendido entre septiembre y febrero. De acuerdo a los cálculos que analiza sistemáticamente Martín Rozada, director de este departamento, más de 12 millones de personas viven en hogares pobres dentro del Gran Buenos Aires.
En Argentina, la pobreza se mide por ingresos, en función de la valoración de la canasta básica total, mientras que la indigencia se calcula por la canasta básica alimentaria. Ambos datos oficiales se conocerán este jueves.
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Los alimentos que se incluyen en ambas canastas cubren carnes, que tuvieron una variación promedio del 20% pero con cortes que llegaron al 30 por ciento de incremento. Las frutas, con una suba del 17%, también los huevos, con un incremento del 13%, seguido por fideos (6,4%), arroz (14,6%), galletitas de agua (5,6%) y azúcar (6,6). No será de extrañar que la suba del precio de los alimentos haya pegado más fuerte en los sectores vulnerables.
“Con los datos de la CBT y la simulación de los microdatos de la EPH del tercer y cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023 se proyectó la tasa de pobreza. El nowcast estima una tasa del 42.2% para el semestre septiembre- febrero”, sostuvo el último informe de la Universidad Di Tella.
De acuerdo a los datos analizados por Rozada, la pobreza comenzó un camino ascendente desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania y la disparada de precios registrada hace un año, con un segundo epicentro tras la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía. Por entonces, la pobreza se ubicaba en el 37 por ciento para el semestre febrero-julio.
De todas maneras, vale aclara que este indicador no toma en cuenta la política focalizada de ingresos del Gobierno, caracterizada por el pago de diferentes bonos a distintos sectores vulnerables. Por ende, este indicador suele diferir de las mediciones que realiza el Indec.
Trabajadores pobres
El Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, que conduce Claudio Lozano, estimó que para el cierre del tercer trimestre del año pasado, la pobreza llegaba al 41,1 por ciento, luego de descontar el efecto del aguinaldo que mejora de manera transitoria los ingresos de los sectores vulnerables.
Pero sobre el cierre del año, las Canastas Básica Total y Alimentaria crecieron por encima del nivel general de precios, dato que explicaría el salto en la pobreza en el cuarto trimestre de 2022 y el primero de este año, según el análisis de Lozano.
“Ese dato del tercer trimestre es viejo. Por lo tanto, ese 41 por ciento es el piso que habrá que considerar en adelante, con el agravante de que en este comienzo de año tenés la desaceleración en la generación de empleo”, explicó Lozano en diálogo con El Destape. Para el economista, este guarismo –que se realiza en base a la EPH del Indec - habla de 18 millones de personas bajo la línea de pobreza.
Los datos que esboza el IPyPP dan cuenta de otra realidad: el 28 por ciento del total de asalariados (formales e informales) es pobre, es decir que no llega a cubrir una canasta básica total.
“Si durante la recuperación económica post-pandemia el empleo creció mayormente a través de ocupaciones precarias, en adelante la desaceleración económica pone límites ya no solo al empleo privado formal sino también a las ocupaciones informales, con el consecuente efecto en los ingresos de las familias más pobres”, concluyó el dirigente de Unidad Popular.
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