La crisis forzada de Javier Milei: un informe privado ubica la pobreza en el 54% de la población

Según el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), que conduce Claudio Lozano, la aparente morigeración de la inflación no impactó en los niveles de pobreza que siguen incrementándose en la Argentina de Milei. 

11 de septiembre, 2024 | 20.13

La administración de Javier Milei es una máquina de pauperización social. La precarización laboral y el aumento de la pobreza marcan el pulso diario de una gestión que no ahorra en represión para cerrar su programa de gobierno. Según las estimaciones realizadas por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), que conduce el economista Claudio Lozano, la tasa de pobreza ya se ubicaría en el 54% de la población. Este guarismo representaría un alza de 13 puntos porcentuales en relación al inicio de la gestión de la casta mileista. En consonancia con este cuadro, el Departamento de Economía de la Universidad Nacional Torcuato Di Tella (UNTDT), estimó que existen más de dos millones de personas más que viven en la pobreza comparado con los datos de enero de este año.

La pobreza en la era Milei pegó el primer salto tras la devaluación del peso durante los primeros días de gestión del tándem Caputo–Milei. Para enero ya se detectaba un alza de 18 puntos porcentuales en los niveles de pobreza, según las estimaciones del IPyPP. Había pasado de un promedio del 40% -registrado en octubre de 2023- al 58% de enero, según lo analizado por el IPyPP.

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El IPyPP lleva adelante una simulación de la tasa de la pobreza, tomando como referencia las mediciones realizadas por el Indec. Para ello, toma algunos “indicadores espejo” con lo que analiza la dinámica de ingresos de la población. En la Argentina, la pobreza se mide por ingresos. Con la pretendida disminución de la inflación, la tasa de pobreza comenzó a descender pero a un ritmo mucho más lento que la variación de precios, según lo estimado por Lozano.

“En mayo, nuestras simulaciones arrojaban una pobreza del 51%. En junio vuelve a subir 54,6% y en julio parece estacionarse cerca del 54%, valor éste que representa un aumento de 13 puntos porcentuales respecto al valor de octubre 2024. La desaceleración del proceso inflacionario parece no contribuir en un ritmo equivalente a la mejora de los indicadores de condiciones de vida. La explicación se encuentra, en la agudeza del cuadro recesivo”, sostuvo Lozano.

Durante agosto de este año, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) fue de 3,9%, mientras que la de la canasta básica total (CBT) fue de 4,4%. La CBA y la CBT acumulan en el año incrementos del 75,1% y 89,6% y resultaron en variaciones interanuales del 222,7% y 230,1%, respectivamente. Con estos datos y la simulación de los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares de los primeros tres trimestres de 2024, el Departamento de Economía de la UNTDT estimó una tasa de pobreza para el semestre marzo – agosto del 49,3%. Esto equivale a un alza de la pobreza de casi 8 puntos porcentuales comparado con el semestre julio–diciembre.

“Esta proyección sugiere que alrededor del 49% de las personas viven en hogares urbanos pobres. La EPH es una encuesta representativa de una población urbana que en el semestre de referencia se estimó en 29,5 millones de personas lo que implica que alrededor de 14.5 millones viven en hogares urbanos pobres”, puede leerse en el último informe de la UNTDT.

En marzo de este año, la cantidad de personas estimadas que vivían bajo la línea de pobreza–para el mismo universo de la EPH- era de 12 millones. Es decir que, en los últimos seis meses, 2,5 millones de personas se incorporaron a las condiciones de extrema vulnerabilidad social. Milei lo hizo.

Precariedad sistematizada

El silencioso genocidio del hambre. La precariedad laboral, entendida como la proliferación de trabajos sin registración y otras modalidades como el cuentapropismo, el monotributo, u empleos que no llegan a cubrir niveles dignos de ingresos, se ubica en el 46,8% de la fuerza laboral de todo el país. Entre los jóvenes de 18 a 24 años, el guarismo se ubica en el 70%. Trabajadores pobres que no logran cubrir el costo de una canasta básica.

Estos resultados se desprenden de la última base de microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) publicada por el Indec y analizada también por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP). “Las dificultades que presenta la matriz productiva argentina para generar suficientes ocupaciones de calidad, ya sea en términos de ingresos, estabilidad y/o acceso a un conjunto de derechos sociales, se han agravado en los últimos años, lo cual se expresa en los crecientes niveles de informalidad y autoempleo de subsistencia. Casi una cuarta parte de los trabajadores son cuentapropistas, de los cuales casi el 79% corresponde a ocupaciones de baja calificación”, puede leerse en el informe citado.

El 35,7% de la población asalariada era considerada “informal” al primer trimestre de este año. Dicho indicador saltó al 66,7% para la población juvenil. De acuerdo a lo destaco en el informe del IPyPP, al primer trimestre 2024, “el 45% de los ocupados eran pobres”.

“El flagelo social impacta diferenciadamente según la categoría ocupacional que se disponga. Los asalariados no registrados son los más pobres con una tasa del 66,1%, en segundo lugar, se encuentra el trabajo por cuenta propia (54,6% es pobre) y luego los asalariados formales que cuenta con el 30% de trabajadores pobres”, puede leerse en el informe coordinado por Lozano.

La evolución respecto al último trimestre de gestión del gobierno anterior indica que la velocidad del empobrecimiento fue mayor para el segmento formal de los trabajadores y trabajadoras.

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