La dirigente social Margarita Barrientos aseguró que en la calle se ve muchas más gente pobre de lo que marcan las cifras del INDEC, en referencia al dato que difundió el organismo sobre los índices de pobreza e indigencia. “Se ve mucha más gente de lo que se dice. Nosotros lo vemos todos los días, vivimos con esa necesidad, tanto en Los Piletones como en Cañuelas y Santiago del Estero”, argumentó en declaraciones a CNN Radio.
“Lo vengo viendo, no de ahora, sino de hace rato. Pueden dar un 50%, pero hay muchos lugares que la gente no conoce y donde son sumamente pobres. Veo familias en la calle o que, por no vivir en la calle, entregan su televisión o heladera para pagar el alquiler; que tienen changas o trabajo y vienen al comedor”, agregó en la entrevista radial.
En esa línea, aseguró que actualmente se quedan sin viandas en los establecimientos porque llegan familias no anotadas. “Uno tiene que inventarles una comida, hacerles algo para que lleven porque ya hicieron cola de dos horas, una hora y media para el almuerzo. En esta semana nos pasó que casi nos quedamos con 10 familias porque vinieron nuevos”, argumentó Barrientos.
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"Les inventamos un arroz con huevo o, si tenemos, con pescado. Pero la gente no se va sin comer, porque la verdad es que te da una cosa cuando les decís que no alcanzó la comida, parece que se les termina el mundo. La cara se les transforma. Es muy triste”, explicó la dirigente social.
Aseguró que no están recibiendo ayuda oficial: “Estamos pasando una pobreza muy difícil y que nadie ve, sobre todos los políticos. No sé si no lo quieren ver, pero yo supongo que le ha de importar al gobierno lo que está pasando en nuestro país. No hemos tenido una respuesta”. “Volvimos a hacer nota para hablar, invitarlos. Yo quiero invitarlos para que vengan a conocer qué se hace, cuánta gente come”.
Según informó durante la entrevista, en Los Piletones retiran viandas entre 350 y 370 familias; en Cañuelas, 250, y en Santiago del Estero, más de 5.000. "Gente que nunca ha ido al comedor hoy está yendo. Se los ve tristes. Cuando están haciendo la cola se esconden de otra persona porque nunca han ido, no saben cómo es el movimiento. Se ve mucho. Necesitan ropa, calzado para que los niños sigan yendo a la escuela; muchos chicos abandonan la escuela para salir a cirujear con los padres”, concluyó.