Durante febrero hubo un fuerte aumento del precio de los alimentos que pegó de lleno en los sectores más vulnerables del país. Esto se vio reflejado en la Canasta Básica Alimentaria, utilizada para medir los umbrales de indigencia, con un alza del 3,2%, mientras que la Canasta Básica Total, que mide los umbrales de pobreza, subió un 2,3%.
De acuerdo al Indec, una familia tipo (dos adultos y dos menores) necesitó reunir 1.057.000 pesos para no caer en la pobreza y 468.000 pesos para no ser indigentes. En la Argentina de Milei, el hambre se garantiza con represión y endeudamiento del FMI.
La suba del precio de los alimentos pegó fuerte en los sectores más vulnerables. La canasta básica alimentaria, utilizada para medir los umbrales de indigencia, registró un alza del 3,2, un punto porcentual por arriba de los niveles generales de inflación (IPC). La CBT registró un alza del 2,3%.
Por ejemplo, el pan de mesa tuvo un alza del 3,1%, la carne picada subió un 11%, la paleta un 12% y la leche en polvo entera un 3,9%. Para los sectores más vulnerables, comer cada vez es más caro.
En la comparación interanual, las variaciones de la CBA y de la CBT tuvieron un alza del 45,0% y 53,1%, en términos interanuales, y acumularon en el año incrementos del 4,2% y 3,3%, respectivamente.
Pobreza
La recesión económica del primer año de gestión de Javier Milei afectó directamente las posibilidades de empleo de la población. El golpe a las y los trabajadores no solo se canalizó a través del aumento de la desocupación (6,9% en el tercer trimestre del 2024 versus 5,7% en igual lapso del 2023) sino también, y en gran medida, en el deterioro de las condiciones de trabajo de quienes sostuvieron sus puestos.
Si se mira lo sucedido en la cantidad de puestos de trabajo, sobresale que la presión efectiva sobre el mercado laboral, que contempla tanto a la desocupación como a quienes teniendo un empleo están buscando otro, escaló del 20,9% al 24,9% de la población económicamente activa. Esto quiere decir que cerca de 800 mil personas más se sumaron a quienes buscan un empleo, según los últimos datos oficiales disponibles (EPH 3T 2024). En esta coyuntura, mientras la cantidad de ocupados formales cayó en más de 300 mil puestos, como contracara, creció en similar magnitud el autoempleo (+329 mil cuentapropistas).