El último relevamiento de la Universidad Di Tella detectó que Argentina sumó 3,2 millones de personas que cayeron en la pobreza durante el primer trimestre de 2024: se trata prácticamente de un millón de nuevos individuos por cada mes de gobierno de Javier Milei. Los primeros meses de la gestión libertaria en la Casa Rosada se caracterizaron por una altísima inflación, aumentos generalizados en los servicios y liberación de precios combinados con sueldos y haberes jubilatorios postergados.
Los alarmantes datos se desprenden del "Nowcast de Pobreza" que elabora la citada casa de altos estudios todos los meses y también en base también a datos de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC
El relevamiento realizado por la Universidad Di Tella, muestra que Argentina sumó 3,2 millones de personas que cayeron en la pobreza durante el primer trimestre del 2024, lo que significa que alrededor de un millón de personas ingresaron en la línea de pobreza por cada mes de gobierno de Javier Milei. La pobreza alcanza al 48,3 por ciento de la población urbana según los cálculos de la Universidad Di Tella y hay 22,6 millones de argentinos viviendo bajo la línea de pobreza.
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El estudio mostró que la tasa de pobreza fue del 48,3 por ciento para el semestre octubre-marzo. “La incidencia proyectada es un promedio ponderado de una tasa de pobreza estimada en 44.9 por ciento para el cuarto trimestre de 2023 y 51,8 por ciento para el primer trimestre de 2024″, indica el informe. En el estudio se estima la incidencia de la pobreza medida en términos del porcentaje de personas que viven en hogares pobres, en forma semestral.
El mismo se actualiza todos los meses en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec junto a las variaciones de la Canasta Básica Total del organismo, la inflación y a la proyección de los deciles de ingreso total familiar. El indicador estima la incidencia de la pobreza medida en términos del porcentaje de personas que viven en hogares pobres, en forma semestral.
Si se tiene en cuenta una proyección de la población total, es decir incluyendo zonas no urbanas, rurales y de baja densidad demográfica, la pobreza llegaría a unos 22,6 millones de personas sobre un total de 46,8 millones. Ese número implica un fuerte salto respecto a los 19,4 millones en los que había finalizado el 2023 según los últimos datos oficiales del Indec.
El año pasado la pobreza subió y el 41,7 por ciento de la población no logró cubrir los gastos de la canasta básica. Al mismo tiempo, la tasa de indigencia, referida a quienes no tienen cubiertas sus necesidades alimentarias, llegó hasta 11,9 por ciento, es decir unas 5,5 millones de personas.
El deterioro de la economía y el avance de la inflación que erosionó el poder de compra de los salarios a lo largo del año pasado, gobernado casi en su totalidad por Alberto Fernández, provocó un avance de los números de pobreza. Un año atrás, un 39,2 por ciento de las personas era considerada pobre en la Argentina y un 8,1%, indigente. Y hace seis meses esas cifras ya habían escalado hasta 40,1% y 9,3 por ciento. En definitiva, el avance de la indigencia fue más rápido: de un año a otro la pobreza creció 2,5 puntos porcentuales y la indigencia, 3,8 puntos.
Las distintas regiones del país muestran realidades diversas. El conglomerado urbano con el número más alto de pobreza es el Gran Resistencia (Chaco), con 65,2 por ciento; le siguen Concordia, Entre Ríos (56,2 por ciento); Santiago del Estero-La Banda (53,2 por ciento); La Rioja (51,6 por ciento), Gran Santa Fe (48,9 por ciento); Formosa (46,9 por ciento); San Nicolás-Villa Constitución (46,7 por ciento); Rawson-Trelew (46 por ciento) y el Conurbano Bonaerense (45,5 por ciento). Con el mismo criterio de análisis por centro urbano, en Gran Resistencia casi 1 de cada 4 personas es indigente.