La política de fuerte suba de tasas de interés que aplicó el Banco Central para remunerar los plazos fijos tradicionales llevó a que estas colocaciones ganaran terreno en el total de las inmovilizaciones en las entidades financieras. De hecho, desde que se iniciaron estos ajustes en las tasas, que hoy otorgan un rendimiento real del 140,5 por ciento anual, le quitó demanda a las colocaciones ajustadas por UVA, que siguen la evolución de la inflación.
La preferencia por los depósitos tradicionales puede leerse como la expectativa de un techo a la inflación, que a marzo acumula en doce meses un 104,3 por ciento; pero también la flexibilidad respecto a otras opciones. Los plazos fijos tradicionales se realizan desde un mínimo de 30 días, mientras que los ajustados por inflación se pactan a 90 días. Por eso es que también crecieron dentro de este último segmento, los plazos fijos UVA pre-cancelables..
Entre fines de marzo y todo abril, además, se dispararon los depósitos en dólares a la vista, lo que se explica por mayores operaciones de compra de billetes verdes en el mercado que luego son retiradas. Los plazos fijos en moneda extranjera sigue estancada y a la baja y en los últimos días cayeron en casi mil millones de dólares, afectando el stock de reservas vía encajes.
Suba de tasas
Con el objetivo de mantener el incentivo al ahorro en moneda doméstica y contribuir al equilibrio financiero y cambiario, el Directorio del Banco Central llevó la tasa de interés mínima garantizada de los plazos fijos de personas humanas desde 78 por ciento nominal anual a 91 por ciento. Esto equivale, reinvirtiendo capital e intereses todos los meses, a una tasa real anual de 140,5 por ciento. Además, triplicó el monto máximo imponible, estableciéndolo en 30 millones de pesos. Para el resto de las colocaciones la tasa de interés mínima garantizada se elevó desde 69,5 a 85,5 por ciento (128,5 por ciento real, por encima de la inflación).
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Estas subas cambiaron el escenario y la predilección del ahorrista a la hora de depositar sus pesos, donde las colocaciones tradicionales recuperaron terreno. A precios constantes (ajustados por estacionalidad), los depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado registraron una expansión (0,3 por ciento real). "De este modo, se mantienen en términos reales cerca de los registros máximos de las últimas décadas. Como porcentaje del PIB este tipo de depósitos se habría ubicado en 7,6 por ciento en abril", según el último informe de política monetaria del Banco Central.
El segmento de depósitos a plazo fijo ajustables por CER continuó experimentando una contracción en términos reales, acumulando nueve meses consecutivos de disminución. "Si bien dicha reducción se observó tanto en las colocaciones en UVA tradicionales como en las precancelables, estas últimas comenzaron a estabilizarse en abril", señala la autoridad monetaria que conduce Miguel Pesce.
En el caso de los plazos fijos tradicionales (no ajustables por CER ni tipo de cambio), el monto pasó de 8,8 billones de pesos en marzo a 9,6 billones en abril último, con un alza real (descontada la inflación) del 0,5 por ciento y una suba desestacionalizada del 13,4 por ciento.
Por el contrario, la tasa de variación mensual de las colocaciones en UVA se ubicó en abril un 7,8 por ciento por debajo del mes previo, medido a precios constantes, y ya acumula un retroceso real del 56,8 por ciento (para el caso de los no pre-cancelables). Para las opciones de cancelación anticipada, la baja fue de 2,6 por ciento real mensual y una pérdida de 13,6 por ciento interanual. Por tipo de tenedor se comprueba que la disminución se debe en gran medida a la dinámica de las colocaciones de personas físicas, que representan aproximadamente el 85 por ciento del total.
Colocaciones en dólares
Los depósitos con ajuste en función del valor del tipo de cambio de referencia registraron un aumento en el cuarto mes del año. En la actualidad, existen dos tipos de depósitos con cobertura cambiaria: una cuenta a la vista e inversiones a plazo, estas últimas denominadas DIVA dólar. Los depósitos a la vista con ajuste por tipo de cambio experimentaron una variación a fin de mes de 182,2 por ciento a precios corrientes.
"Cabe señalar que el origen de estos fondos fueron las operaciones realizadas bajo el 'Programa de Incremento Exportador'", señala el BCRA.
De acuerdo con las cifras diarias del Central, hasta la semana pasada, se evidencia una caída del stock de colocaciones del sector privado a plazo que pasó de 18.835 millones de dólares hace 30 días a 17.903 millones el 2 de mayo último. Esto equivale a una caída de 4,9 por ciento mensual, de 7,8 por ciento acumulada en el año y de 3,2 por ciento interanual frente al 2022.
De ese total, incluso, en marzo la caída había sido mayor y el saldo de los depósitos del sector privado había promediado los 16.317 millones de dólares en marzo, registrando una leve caída respecto a febrero.
Depósitos mayoristas
Con la ampliación de los montos, el estrato de depósitos mayoristas (más de 20 millones de pesos) crecieron en promedio, favorecidos por el efecto arrastre del mes previo. Su evolución a lo largo del mes no fue homogénea, lo que obedeció al comportamiento de las Prestadoras de Servicios Financieros, cuyos principales agentes son los Fondos Comunes de Inversión de Money Market.
"En este sentido, el patrimonio de los FCI MM presentó una caída durante los primeros días del mes, tendencia que se revirtió con el inicio del 'Programa de Incremento Exportador', dado que parte de la liquidez generada por estas operaciones se canalizó hacia los fideicomisos.
En este contexto de mayor disponibilidad de fondos, se observó en una primera instancia un rebalanceo de cartera a favor de la vista remunerada y en detrimento de las colocaciones a plazo fijo, movimiento que se revirtió tras la suba de la tasa de interés pagada por estas inversiones.