Como se sabe, el gobierno “libertario” rechazó la suba del Salario Mínimo, Vital y Móvil que exigen la CGT y demás organizaciones gremiales.
Un rechazo que pinta bien el carácter de casta oligárquica de la cuarta ola neoliberal, que encarna el señor Javier Edgardo Milei, alias “Osito mimoso”, “Autócrata”, “Psycho Killer” y siguen las nominaciones.
Veamos entonces, qué sucedió específicamente con el Salario Mínimo, Vital y Móvil en perspectiva. La última actualización se produjo en diciembre durante el mandato de Alberto Fernández. Entonces se fijó un monto de $156.000. Luego llegó la mega devaluación del 118% que provocó Milei al asumir.
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Según su definición “el Salario mínimo, vital y móvil, es la menor remuneración que debe percibir en efectivo un trabajador, sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”.
Es además referencia para mejorar los niveles de remuneración de los trabajadores de gremios con menor poder de negociación y trabajadores informales. El Salario Mínimo, Vital y Móvil adicionalmente, se ve reflejado en cinco programas sociales. Uno de ellos es el programa “Potenciar Trabajo”, que equivale al 50% de un salario mínimo.
Además, afecta a la Prestación por Desempleo, cuyo valor es el 75% de un salario mínimo, vital y móvil. El SMVM también influye en el Programa Acompañar, que brinda beneficios a mujeres y personas LGBTI+ en situación de violencia de género.
Asimismo, el SMVM se utiliza como límite en otros programas administrados por ANSES, como las Becas Progresar. Según la reglamentación, para acceder a este plan, el grupo familiar del solicitante no debe superar tres SMVM.
Es importante destacar finalmente que los titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación por Embarazo (AUE) no pueden percibir más de un SMVM en concepto de subsidios. Tal como lo señala la CGT, el desmoronamiento del Salario Mínimo Vital y Móvil real no se detiene. Como se observa en este gráfico.
Comparemos ahora para tener una idea de la pérdida insólita de poder adquisitivo del Salario Mínimo, la evolución con el costo de la canasta de pobreza para un hogar tipo.
En el dato difundido por el INDEC el pasado miércoles, la línea de indigencia para la unidad estadística de un "adulto equivalente" fue $92.415 y la de pobreza de $193.147, un 24% sobre el SMVM. Inédito.
Si comparamos la evolución del poder adquisitivo real del Salario Mínimo respecto al valor de dos canastas de pobreza para un hogar tipo metropolitano, la curva descendente es de ciencia ficción, pero no, es tan real como desastrosa.
Por otra parte, un hogar de 3 integrantes por su parte, necesitó $227.340 para no ser indigente y $475.141 para no ser pobre. Por último, la Canasta Básica Alimentaria para una familia de 5 miembros asciende a $300.348 y la Canasta Básica Total se ubica en $627.727.158 o 4 Salarios Mínimos, hoy.
El Gobierno, en tanto, estimó hace días que después de la devaluación de diciembre y el salto de la inflación al 25,5% -la más alta en 30 años-, la pobreza ya orillaba el 50% de la población y siguió aumentando tras el 20,7% del mes de enero que Milei celebrara como un triunfo.
El 50% de pobreza se informa en la carta de intención de la Argentina para el informe del staff del FMI aprobado en enero. El "ajuste a la casta" tutelado por el FMI, licúa ingresos familiares y garantiza el pago de servicios de deuda, que ya representan el 40% del presupuesto según datos oficiales de mediados de febrero.