Con un acto en el Congreso nacional, el presidente Javier Milei presentó este domingo el Presupuesto 2025 con eje en “déficit cero y menos Estado”. El proyecto que ahora deberá tratar el Poder Legislativo tiene como nueva “regla fiscal” que “si hay déficit, se paraliza el gasto” a la vez que el mandatario aseguró que se dará prioridad a los pagos de deuda externa. En ese marco, para garantizar el mentado equilibrio fiscal la gestión de la Libertad Avanza sostiene que “si alguien quiere aumentar un gasto tiene que decir que otro va a disminuir”. Un "cepo al Estado" que vuelve a caer sobre la mayor parte de los fondos destinados a partidas sociales, infraestructura y servicios básicos.
En lo concreto, el veto que ya recayó sobre la movilidad jubilatoria y afectaría también el financiamiento universitario será moneda corriente en la medida en que “vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal”, afirmó Milei en casi una hora de alocución. En ese esquema, los recursos destinados a obra pública seguirán entre los que más sufren el ajuste libertario, sumado a la quita de subsidios energéticos y otras partidas sobre las cuales también aplicó motosierra este año (jubilaciones, transferencias a Universidades y Provincias) que difícilmente recuperen niveles previos.
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Más motosierra
El jefe de Estado destacó en su discurso el objetivo de “déficit cero” a la vez que buscó dar garantía de que el país cumplirá con sus deudas (la deuda externa más grande es con el FMI, tomada por la gestión de su actual ministro de Economía, Luis Caputo) todo a costa de achicar al mínimo el Estado. De esta manera, el gobierno nacional apuesta a un Presupuesto 2025 con eje en el mentado equilibrio fiscal, pero a costa de una economía real que sigue mostrando caídas significativas, con un consumo golpeado por el deterioro del poder adquisitivo de los ingresos de la población y la crisis del mercado interno con parálisis productiva en sectores clave.
“Si los ingresos son mayores a los estimados, aumentarán los gastos que están indexados por ley; pero los discrecionales quedarán fijos nominalmente”, señala el texto del proyecto de Presupuesto que estima para 2025 un superávit primario de 1,5% del PBI. La necesidad de equilibrio fiscal justifica, por ende, que Milei vete “todos los proyectos de ley que atenten contra el equilibrio fiscal".
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Sobre ello, un informe de la consultora EPyCA analizó que “el ajuste ya hecho sobre ciertas partidas de gasto refleja la prioridad que el Presidente de la Nación le asigna a las distintas políticas públicas” y explicaron que “las partidas priorizadas son aquellas que no ajustó durante 2024, en cambio, aquellas sobre las cuales aplicó motosierra o licuadora (jubilaciones, obra pública, transferencias a Universidades y Provincias, etc.) no son prioritarias y Milei no prevé que recuperen sus niveles previos”.
Al respecto, los gastos totales serían de $115.924.195 millones, (+32,9% interanual), no obstante “se prevé que los gastos de capital sigan ‘pisados’, crecerían apenas 36,1% tras el brusco derrumbe que sufrieron en 2024. Por ende, seguirá habiendo contadas y esporádicas obras públicas realizadas por el Gobierno Nacional en todo el territorio, incluso durante un año electoral”, agregaron desde la consultora
En relación, desde el espacio que dirige el economista Martín Kalos llamaron la atención respecto de que el gobierno “buscaría elevar el gasto en educación universitaria, pese a haber anunciado en esta misma semana el veto a la ley de financiamiento universitario sancionada por el Congreso de la Nación”. Por su parte, habrá una merma en la importancia del gasto en subsidios energéticos, es decir, seguirán las subas en las tarifas de servicios con mayor costo a cargo de los usuarios, y de obras públicas viales.
Se agrega que “si los ingresos son mayores a los estimados, aumentarán los gastos que están indexados por ley; pero los discrecionales quedarán fijos nominalmente”. Asimismo, Milei señaló que “la guerra que llevamos adelante contra el gasto público y el costo argentino, se pelea en todas las dimensiones del Estado, también las jurisdicciones provinciales y municipales” y en ese sentido reclamó a los gobernadores un “ajuste adicional de US$60.000 millones”.
Los números principales del Presupuesto
El proyecto del Presupuesto presentado en el Congreso de la Nación prevé un crecimiento del PIB del 5% para 2025, a la vez que el dólar finalizaría diciembre en $1.019 y en 2025 llegaría a $1.207. A su vez el Gobierno espera que la inflación sea de 18,3% (esto significa que la inflación debería bajar de algo más de 2% a fin de 2024, supuesto que usa el Gobierno Nacional, a 0,8% mensual en diciembre de 2025), y proyecta que el IPC de 2024 cierre en 104,4%.
Otros puntos a destacar refieren a la eliminación del impuesto PAIS, que afectará los ingresos del Estado, al tiempo que queda en evidencia como aumenta la recaudación por el Impuesto a las Ganancias (a partir del la mayor cantidad de trabajadores que pagan este impuesto) pero caen los recursos por Bienes Personales (por el beneficio a quienes pagan este tributo a la riqueza).
Finalmente, se proyecta un superávit comercial de US$20.748 millones, con mayor crecimiento de importados (13%) por arriba del desempeño de las exportaciones (9%).