En plena transición energética, el Gobierno autorizó la búsqueda de petróleo en el mar argentino. Los primeros recientemente avalados consisten en tres desarrollos offshore que habían sido licitados en los últimos meses de la presidencia de Mauricio Macri. El potencial es visto como similar al de Vaca Muerta, aunque se presentaron algunas críticas ambientales y económicas.
El Bloque CAN-100 posee una extensión de 15.000 km2 y se ubica en una zona de aguas profundas a ultra-profundas. Se ubica a 300 kilómetros de distancia de la costa de Mar del Plata, lo que impedirá visualizar la plataforma de extracción de petróleo desde la costa.
El interés que despertó la ronda de licitación internacional que se organizó en 2019 demostró el potencial del país en estos recursos: nueve empresas de primera línea internacional comprometieron inversiones por 724 millones de dólares sólo para explorar el territorio marítimo. Desde el Gobierno plantean que Argentina presenta un potencial de decenas de billones de barriles de petróleo por investigar en el mar, recursos similares a los que el país posee en Vaca Muerta.
La reciente habilitación del estudio de impacto ambiental por parte del Ministerio de Ambiente se dio menos de un año después de que Nación anunció que la compañía australiana Fortescue desembolsará una inversión de 8.000 millones de dólares para desarrollar hidrógeno verde. Esto intenta posicionar a Argentina como pionero en energías limpias y polo exportador pero recién para 2030.
La transición energética obliga a los países a buscar formas más eficientes para abastecer una demanda creciente de energía generada por fuentes cada vez menos contaminantes. Los países como Argentina tienen la oportunidad de contribuir con esa transición aportando gas y petróleo al mundo que permita la descarbonización de las matrices energéticas de los países centrales.
En los escenarios más optimistas elaborados por la Agencia de Información Energética de los Estados Unidos (EIA), los países mantendrán sus consumos de petróleo y gas en niveles relativamente constantes hasta 2050.
Los hidrocarburos no sólo consisten en una fuente de energía, sino una materia prima esencial para otras industrias como la petroquímica, tecnológica y farmacéutica y automotriz. Son pocos los materiales en el mundo que no deriven en forma directa o indirecta de ellos.
Desde el Gobierno entienden que Argentina tiene la oportunidad de cambiar su perfil productivo con este tipo de proyectos y convertirse en un exportador neto de energía, generar divisas en forma significativa. Lo ven como un as para evitar las crisis recurrentes y limitaciones en las que incurre la economía nacional producto de la falta de dólares para financiar su proyecto de desarrollo industrial.
Los números que se manejan extra oficialmente explican esa motivación. Es que el desarrollo de un bloque offshore tiene el potencial de generar ingresos públicos (regalías más impuestas) por 32.900 millones de dólares, pudo saber El Destape. En esa etapa, se estima la generación de 22.000 empleos entre directos e indirectos. En un escenario de proyecto exitoso en el que se escale el desarrollo a la Cuenca del Mar del Norte, los ingresos para el Estado se elevarían a 98.700 millones de dólares, con 65.000 puestos laborales nuevos entre directos e indirectos.
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La exploración y explotación petrolera es capital intensiva y en todo el mundo se recurre a los grandes jugadores internacionales para poder dinamizar esos recursos. Eso mismo sucedió en Vaca Muerta, en donde YPF junto a sus socios trasnacionales ubicaron a ese yacimiento en el mapa. Hoy los bloques que opera la petrolera 51% estatal allí son los más importantes del mundo fuera de América del Norte.
Lo mismo sucede con la exploración y explotación offshore en el globo, con la necesidad adicional de que se trata de inversiones significativamente más sustanciales. YPF busca repetir el modelo de asociación de Vaca Muerta para acelerar el desarrollo del offshore y, entiende, no perder la oportunidad en el marco de la transición energética mundial.
El operador de los proyectos en los que participa YPF será Equinor, la empresa estatal de petróleo de Noruega, con experiencia en la operación de campos offshore (tanto en el Mar del Norte como en Brasil). Sus proyectos comenzaron en el 60 previamente como Statoil. Desde ahí se convirtió en una pieza clave del Estado de bienestar noruego por su aporte al Fondo de Pensión Noruego, uno de los cuatro fondos más grandes del mundo. Este le permite a su economía enfrentar los cambios de ciclo generados por la suba y baja de los precios de los commodities.
En su historia productiva declara no haber tenido incidentes ambientales en sus operaciones. Con YPF ya se ha asociado en operaciones onshore, especialmente en Vaca Muerta.
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Las inconsistencias del macrismo
El primero que salió a cuestionar el proyecto offshore fue el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro. "Desde que soy intendente nadie nos consultó a los marplatenses", sentenció en radio Mitre.
El mandamás marplatense dirigió así sus críticas al Frente de Todos, sin mencionar palabra alguna al responsable de la licitación de las zonas. A pesar de que ahora intente frenar la exploración a 300 kilómetros de la costa, fue su jefe político, Mauricio Macri, quien las entregó en mayo de 2019. Por tanto, tuvo conocimiento durante dos años que esos proyectos se emplazarían en el mar argentino en los que omitió comentarlo.
"Necesitamos elementos para garantizar que no se va a perjudicar a Mar del Plata ni los marplatenses”, esgrimió Montenegro hoy. Esa garantía no se la había reclamado en su momento al expresidente, quien entregó las concesiones.
Críticas ambientales
“Atlanticazo” fue la convocatoria de organizaciones ambientales en contra de la exploración de hidrocarburos en donde exigen que los proyectos cuenten con licencia social de los habitantes de la costa. Voceres de Rebelión o Extinción (XR) apuntaron a la necesidad de “una urgente transición energética que permita abandonar los combustibles fósiles en las próximas décadas”. Propusieron que el modelo actual es insostenible y va en contra de todas las sugerencias para hacer frente a la crisis climática y ecológica.
En esa línea, la integrante de Jóvenes por el Clima en Mar del Plata Camila Caballero destacó que "si antes éramos el granero del mundo, ahora somos el punto de explotación del mundo". "El mundo viene apostando hace tiempo a una descarbonización de la industria", remarcó la militante ambiental en FM La Patriada.
Durante el martes y miércoles se llevarán adelante distintas jornadas de lucha en la costa y otros puntos del país para pedir que se revierta la aprobación de la exploración sísmica de hidrocarburos en la costa marplatense.