Los precios del petróleo terminaron la semana a la baja luego de una jornada en que se mantuvieron los temores de una desaceleración mundial que genere una demanda más débil.
El barril de Brent del Mar del Norte para entrega en diciembre bajó un 3,10%, hasta los 91,63 dólares, y en la semana perdió un 6,20%.
El barril de US West Texas Intermediate (WTI) para entrega en noviembre cayó a su vez un 3,92% este viernes, a 85,61 dólares, y 7,34% durante la semana.
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"El mercado continúa acosado por los temores de una recesión que podría afectar la demanda de oro negro", dijo Andy Lipow, de Lipow Oil Associates citado por la agencia de noticias AFP.
"Los altos precios de la energía, el gas natural y la electricidad en todo el mundo están comenzando a reducir los ingresos disponibles de los consumidores y, como consecuencia, la economía mundial se enlentecerá", agregó.
Los informes mensuales de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la Agencia Internacional de Energía (AIE) y la Agencia estadounidense de Información sobre la Energía (EIA), publicados esta semana, coincidieron en que la demanda será menos fuerte que lo previsto tanto en 2022 como en 2023.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estimó ayer en París que el recorte de la producción por parte de la OPEP+ afectará a la oferta el año que viene y alimentará un ciclo recesivo.
La AIE proyectó que el plan del cartel petrolero de reducir la producción en 2 millones de barriles diarios provocará un aumento de los precios y, a su vez, una mayor volatilidad del mercado.
La agencia pronosticó que el crecimiento de la demanda mundial de petróleo sería de 1,7 millones de barriles diarios en 2023, lo que supone un descenso de 470.000 barriles diarios respecto a la estimación anterior.
Con información de Télam
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