El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo el jueves que la petrolera estatal Petrobras debería desempeñar un mayor rol social y tener menos ganancias, cuando crece la tensión por alzas de los precios de los combustibles que avivan la inflación y perjudican a los más pobres de Brasil.
"Debería ser una empresa que tenga una ganancia que no sea tan alta como lo ha sido últimamente", dijo Bolsonaro sobre la compañía conocida formalmente como Petroleo Brasileiro SA durante una transmisión semanal en vivo en las redes sociales.
Como principal importador y productor de combustible de Brasil, Petrobras controla en la práctica los precios nacionales del diésel y la gasolina. Los gobiernos anteriores han obligado a la empresa a asumir enormes pérdidas para mantener los precios en el surtidor artificialmente bajos.
Petrobras ha insistido en que seguirá fijando los precios del combustible de acuerdo con los niveles internacionales.
Bolsonaro dijo que buscaría cambiar la política de precios de los combustibles de la compañía.
"Petrobras está obligada a aumentar el precio porque tiene que seguir la política y estamos tratando de encontrar una manera de cambiar la regla", dijo.
Poco después de los comentarios de Bolsonaro, Petrobras reportó una ganancia en el tercer trimestre de 31.000 millones de reales (5.500 millones de dólares), por encima de la pérdida trimestral de hace un año, y su junta directiva aprobó un pago adicional a los accionistas.
Las acciones de Petrobras, que cotizan en la bolsa de Nueva York, cayeron más de un 4% en las operaciones posteriores al mercado tras los comentarios de Bolsonaro, pero redujeron las pérdidas después del informe de ganancias.
Más temprano el jueves, el Ministerio de Justicia de Brasil dijo que había pedido a Petrobras y a su unidad de logística Transpetro que aclararan los recientes aumentos de los precios de los combustibles y la posibilidad de escasez de suministros.
La popularidad de Bolsonaro ha caído ante las críticas por su manejo de la pandemia y la aceleración de la inflación, y las encuestas ahora muestran que puede perder ante su rival de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva en las elecciones del próximo año.
A medida que su aprobación se desploma, las propuestas económicas de Bolsonaro se han alejado cada vez más de las políticas ortodoxas que pregonó en su campaña de 2018. La semana pasada prometió aumentar las ayudas sociales en una medida que rompería un límite constitucional al gasto público.
(1 dólar = 5,6459 reales)
Con información de Reuters