El Ministerio de Trabajo informó este martes que el salario real medido por el índice de remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE) subió en junio un 8,1%, cuando la inflación para el mismo mes se había ubicado en el 6%. En términos reales, las remuneraciones de los trabajadores registrados recuperaron la caída del segundo semestre de 2022 y quedaron un 1,2% arriba de diciembre de 2019, según los datos oficiales. Pero en este derrotero existen diferentes realidades según el gremio y los acuerdos paritarios conseguidos para los primeros siete meses del año. Según un análisis realizado por el Observatorio del Derecho Social en el Instituto de Estudios y Formación de la CTA – Autónoma, este año estaría caracterizado por una gran dispersión en las negociaciones. ¿Cuáles son los gremios que más pelea le están dando a la inflación hasta el momento?
“¿En qué andan las Paritarias 2023?”, se preguntó Luis Campos, coordinador del Observatorio de la CTA Autónoma. En los resultados de cada paritaria incide la fortaleza relativa de cada sindicato para llevar adelante una negociación. Sin embargo, la fortaleza relativa de cada organización no sería suficiente como para explicar la fuerte dispersión detectadas. “Lo que existe es una falta de pauta clara, con fuertes cambios en los precios mes a mes. Esto afecta principalmente a las actividades que tienen menos fuerza para negociar”, afirmó.
Como muestra, algunos ejemplos. En el caso de aceiteros, la paritaria vigente para este año incluye una recomposición salarial del 79,9% hasta junio; en el caso de SMATA, el acuerdo cerrado fue del 51,7%, con una última cuota a pagar en julio.
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En cambio, la UTA selló un 102% hasta septiembre. Los otros gremios que también recibirán el último aumento durante el noveno mes del año son Comercio (56,6%), UOM (69%), o la UOCRA (57,9%).
La clave de lectura para este escenario sería la siguiente, según la explicación de Campos: “Tomando los aumentos en los salarios de convenio de los primeros siete meses del año, algunos incluyen los últimos tramos de la paritaria 2022 y los primeros de la 2023”. De ahí que algunos sectores tengan una variación del 70% mientras que otros ni siquiera hayan llegado a una recomposición del 50%, como es el caso de Utedyc, o estaciones de servicio.
En diálogo con El Destape, Campos explicó que parte de esta esta dispersión se debe a que “las variables macro siguen desajustadas”. “Cuando se inició este ciclo de negociaciones paritarias, durante el Gobierno de Néstor Kirchner, había cierta pauta que podía intuirse. Incluso había coordinación entre el Ministerio de Trabajo y los Sindicatos. Pero como ahora la inflación varía mucho mes a mes, es fácil que cualquier negociación quede atrasada”, explicó.
Hubo sectores que ya cerraron acuerdos anuales (mutuales, seguros) y otros que todavía no tuvieron avances en la negociación de este año, como por ejemplo camioneros o neumáticos, éste último en conflicto desde hace algunas semanas.
“En otras palabras, entre las PASO y las elecciones de octubre deberían volver a negociar salarios casi todas las actividades. Y no parece que ello vaya a darse en un contexto de tranquilidad macroeconómica”, aclaró el Observatorio del Derecho Social en el Instituto de Estudios y Formación de la CTA – Autónoma.
Carrera
De acuerdo a los datos de la serie estadística que publica el Ministerio de Trabajo, el RIPTE presentó una suba de 2,1 puntos contra la inflación en junio, aunque reflejó una caída de 0,7% interanual. La carrera entre precios y salarios se sigue acelerando. Ambos indicadores ya están ajustando al 115% interanual.
Otro indicador que da cuenta de cómo mejoró el salario puede encontrarse en la recaudación de julio, por ejemplo. Los recursos de la Seguridad Social crecieron un 127,2% “debido a la buena performance del nivel de empleo y de los salarios”, explicó la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
El total de puestos de trabajo aumentó interanualmente un 3,6%, mientras que la remuneración bruta promedio alcanzó un incremento interanual de 119,1%, por encima del aumento estimado de los precios.
Otro dato a destacar tiene que ver con la participación del salario dentro del Valor Bruto Agregado. Durante el primer trimestre del año, el conjunto de los trabajadores asalariados, ya sea bajo un régimen formal o sin derechos laborales, incrementaron su participación dentro de la torta de ingresos y ganancias de la economía, mientras que las empresas privadas retrocedieron en su participación.
La remuneración al trabajo asalariado se incrementó en dos puntos porcentuales en la comparación interanual (48,4% del valor agregado bruto), mientras que el excedente de explotación bruto tuvo una caída de tres puntos.