La casta mileista está que arde (en el infierno) tras los cuestionamientos del Papa Francisco sobre la represión a los jubilados y jubiladas y las políticas de ajuste impulsadas directamente por el titular del Poder Ejecutivo. En un momento de aburrimientos mientras se dirigía hacia los Estados Unidos, Milei se despachó en la red social de su amigo Elon Musk para justificar el ahorcamiento fiscal sobre toda la población.
“La mejor política social es equilibrio fiscal con presión fiscal descendiente y una política monetaria que termine con la inflación”, escribió en X.
Las críticas de Francisco apuntaron de lleno contra la manifiesta crueldad de la casta mileista. “Me hicieron ver el filmado de una represión hace una semana. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle y la policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay: ese gas pimienta de primera calidad. Decían que no tenían derecho a reclamar lo suyo, porque eran revoltosos, porque eran comunistas. En vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta. Ténganlo en cuenta", sostuvo al brindar un discurso en el marco de la conmemoración de los 10 años del primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares”, sostuvo Francisco.
La rebuscada respuesta de Milei lo llevó a justificar el ajuste fiscal luego de analizar la relación entre el riesgo país y la evolución del Producto Interno Bruto. Para hacerlo, le pidió ayuda al ministro de privatizaciones y desregulación, Federico Sturzenegger.
“Si el riesgo país volviera a los niveles que tenían los K, estaríamos perdiendo un tercio del PIB, pasando de 600 millones de dólares a 400 millones. En definitiva, el chiste de los degenerados fiscales cuesta 200 millones de dólares”, sostuvo Milei, sin mucho más detalle que un gráfico que carece de correlación con los actuales niveles de sufrimiento de la población. Y agregó: “Esto significa que cuando los degenerados fiscales avanzan, el PIB en dólares cae 1/3 por menor actividad y 2/3 por salto en el tipo de cambio real”.
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Degenerados ajustadores fiscales
La administración de Javier Milei es una máquina de pauperización social. La precarización laboral y el aumento de la pobreza marcan el pulso diario de una gestión que no ahorra en represión para cerrar su programa de gobierno. Según las estimaciones realizadas por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), que conduce el economista Claudio Lozano, la tasa de pobreza ya se ubicaría en el 54% de la población. Este guarismo representaría un alza de 13 puntos porcentuales en relación al inicio de la gestión de la casta mileista. En consonancia con este cuadro, el Departamento de Economía de la Universidad Nacional Torcuato Di Tella (UNTDT), estimó que existen más de dos millones de personas más que viven en la pobreza comparado con los datos de enero de este año.
“En mayo, nuestras simulaciones arrojaban una pobreza del 51%. En junio vuelve a subir 54,6% y en julio parece estacionarse cerca del 54%, valor éste que representa un aumento de 13 puntos porcentuales respecto al valor de octubre 2024. La desaceleración del proceso inflacionario parece no contribuir en un ritmo equivalente a la mejora de los indicadores de condiciones de vida. La explicación se encuentra, en la agudeza del cuadro recesivo”, puede leerse en el informe del IpyPP.