El Papa Francisco grabó un mensaje para una nueva edición del Coloquio de IDEA que se celebra esta semana. Ante un auditorio lleno de empresarios de suma importancia, el pontífice envió un mensaje para condenar la especulación financiera y abogar por la cultura del trabajo.
“Varias veces me he referido a la noble vocación del empresario que busca con creatividad producir riqueza y diversificar la producción, haciendo posible al mismo tiempo la generación de puestos de trabajo. Porque no me cansaré de referirme a la dignidad del trabajo, lo que da dignidad es el trabajo. El que no tiene trabajo siente que le falta algo, la dignidad que da el trabajo, que unge de dignidad”, comenzó Francisco. Sin embargo, tenía un mensaje para quienes especulan en vez de producir.
“Algunos me han hecho decir cosas que yo no sostengo. Que propongo una vida sin esfuerzo o que desprecio la cultura del trabajo. Imagínenese si se puede decir eso de un descendiente de piamonteses que no vinieron a nuestro país con ganas de ser mantenidos sino con un enorme deseo de arremangarse para construir un futuro para su familia. Es curioso, no ponían la plata en el banco, los migrantes, sino que ladrillos y terreno. La casa, primero, miraban hacia adelante, hacia la familia. Inversión de familia”, sentenció en su discurso.
Por otra parte, Francisco señaló que “el trabajo expresa y fomenta la dignidad del ser humano" porque le permite "desarrollar las capacidades que Dios le regaló. Le ayuda a tejer relaciones de intercambio y ayuda mutua, le permite sentirse colaborador de Dios para cuidar y desarrollar este mundo". Y sumó: "Le hace sentirse útil a la sociedad y solidario con sus seres queridos”.
En otro aspecto, el Papa también hizo referencia a la discusión que abrió el Gobierno respecto a la transición de los planes sociales hacia el empleo formal. “Los subsidios sólo son una ayuda provisoria. No se puede vivir de subsidios. Porque el gran objetivo es brindar fuentes de trabajo diversificadas que permitan a todos construir el futuro con el esfuerzo y con el ingenio”, apuntó el Papa nacido en la Argentina ante los empresarios.
A modo de conclusión, finalizó: “Por ser diversificadas, abren el camino para que las distintas personas encuentren el contexto adecuado para desarrollar sus propios dones, ya que no todos tienen las mismas capacidades e inclinaciones. Por esta senda, creo que el diálogo entre los empresarios y los trabajadores es no sólo indispensable sino también fecundo y prometedor”.