Pakistán dispuso hoy una serie de nuevos impuestos hacia los sectores con mayores recursos de la economía con el objetivo de obtener un rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI), en medio de una crisis económica sin precedentes,
Sólo difíciles decisiones salvarán a la economía de Pakistán del default, manifestó el primer ministro Shehbaz Sharif, en un discurso televisivo donde se anunciaron las medidas.
Sharif manifestó su expectativa de llegar a un acuerdo con el FMI, el cual traería un alivio a una economía con reservas en deterioro, una moneda que se devaluó un 17% este año y una fuerte inflación que promedió el 13,8% anual en mayo.
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Entre los nuevos impuestos, que requerirán de la aprobación del Parlamento paquistaní, se dispuso una suba extraordinaria de 10% por un año para las empresas de 13 industrias entre ellas, las de cemento, acero, azúcar, energéticas, textiles, bancos, tabaco, químicos, y bebidas- llevando el tributo a un 39%, y de 4% para todos los demás sectores.
Del mismo modo, se anunciaron tributos para los mayores ingresos, además del sector inmobiliario.
De esta forma, se espera que el Gobierno recaude un 7% más de lo que se esperaba en el próximo año fiscal que comenzará el 1 de julio, según estimó el ministro de Finanzas, Miftah Ismail.
La suba en la recaudación es una de las condiciones del FMI en las negociaciones que lleva a cabo con Pakistán.
Con 23 programas de préstamos a lo largo de las ultimas siete décadas, Pakistán entró en 2019 en un nuevo programa de financiamiento, a través del Servicio Ampliado del FMI, por un total de US$ 6.000 millones, de los cuales solamente se desembolsó la mitad debido a las dificultades del país por cumplir con las metas del organismo multilateral.
Ahora, el país de Medio Oriente buscará ampliar el tamaño y la duración del programa -originalmente de 39 meses- para evitar una potencial cesación de pagos y obtener más financiamiento de otras instituciones multilaterales, según la agencia de noticias Bloomberg.
Según se calcula, el país necesitará al menos US$ 41.000 millones en los próximos 12 meses para pagar importaciones y deuda, una cifra muy superior a las reservas que actualmente se sitúan en US$ 8.240 millones.
El último desembolso era previsto para marzo, pero el mismo quedó en suspenso luego de que el Gobierno del ex primer ministro Imran Khan introdujera, tras fuertes protestas, límites a los precios de los combustibles.
Sin embargo, tras la destitución de Khan a través de una moción de censura en abril, Sharif buscó reencausar los números y levantó dichos límites. Como resultado, la nafta, en sólo tres semanas, subió más del 70%.
El ajuste se hizo sentir en la población, y el gobierno de la capital del país, Islamabad, ordenó reducir las horas de operación de sus negocios para ahorrar energía.
Del mismo modo, el nuevo gobierno pidió a los pakistaníes tomar menos té, una costumbre típica del país que requiere importaciones por US$ 613 millones al año.
Con información de Télam