Por el Ing. Pablo Rodríguez Romeo, (MP 2411- MN 5117), perito informático forense especialista en seguridad y socio del Estudio CySI de Informática Forense.
En el mundo conectado de hoy, los ataques coordinados en línea se han convertido en una amenaza común tanto para las personas como para las empresas. Estos ataques tienen como objetivo un sistema informático, una red o un sitio web con la intención de saturar sus servidores y provocar la interrupción de su funcionamiento normal.
Este tipo de ataques involucra a una gran cantidad de personas o equipos para acceder a un objetivo de manera simultánea con la intención de saturar sus servidores y causar la interrupción de su funcionamiento normal. Se puede realizar a través de una variedad de métodos: ataques de denegación de servicio (DDoS), donde los servidores se inundan con tráfico; una vez lograda la caída del servicio mediante tácticas de ingeniería social, se engaña a las personas para que descarguen malware o entreguen información confidencial.
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¿Por qué ocurren?
Las incursiones digitales pueden ocurrir por una variedad de razones. En algunos casos, se llevan a cabo como una forma de activismo político, donde las personas intentan llamar la atención sobre un tema o causa en particular. En otros casos, pueden llevarse a cabo con fines de troleo de Internet, con el objetivo de causar interrupciones y molestias a otros.
En otras ocasiones, también pueden usarse con fines maliciosos, como robar información confidencial o instalar y propagar malware. Este tipo de ataques puede ser particularmente peligroso y tener graves consecuencias para las víctimas.
¿Cómo protegerse?
Para protegerse es importante implementar algunas medidas de seguridad y, sobre todo, mantenerse alerta:
Usar contraseñas seguras: asegurarse de que sean únicas para cada cuenta que se maneje y evitar que sea la misma para varias cuentas.
Mantener los softwares actualizados: la actualización periódica puede ayudar a corregir vulnerabilidades y evitar posibles ataques digitales.
Estar atento a las señales de advertencia que brinden la computadora o la red. Con esto me refiero a evidenciar un rendimiento lento, la aparición de ventanas emergentes extrañas o alguna actividad inusual de la red.
Usar una solución de seguridad confiable, es decir, un antivirus o un firewall que permitan proteger los dispositivos o la red de ataques digitales.
En conclusión, estos ataques digitales no son muy distintos a los que ya conocemos. Al igual que las medidas de prevención que podemos implementar para disminuir el riesgo de ser atacados.
Ser conscientes del uso que hacemos de internet y de los dispositivos, o lo que es lo mismo, hacerlo de un modo responsable, es la medida de prevención por excelencia que permite reducir el riesgo de ser atacados. Esto aplica tanto para los usuarios como para las organizaciones, que en cada caso tomarán las mejores decisiones para mantener su información y a sus equipos a salvo.
Con información de Télam