El Mundial Sub-20 2023 prácticamente no tendrá costo organizativo para Argentina, mientras que, en cambio, el Gobierno espera que genere unos 600 millones de dólares y, quizás, hasta ayude a potenciar el turismo internacional en los próximos años.
Ante la crisis inflacionaria y las metas de ajuste de gasto del FMI, cabe preguntarse la pertinencia de que el país invierta en la organización de un evento de magnitud planetaria. Sin embargo, las autoridades resaltan, palabras más, palabras menos, que el Mundial se paga solo.
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Fuentes oficiales al tanto de la organización, con las que pudo hablar El Destape, resaltaron que el costo organizativo es casi cero. En primer lugar, porque, debido a que los estadios de las seis sedes ya están terminados de antemano, no hay que hacer ninguna inversión importante en infraestructura. En todo caso, los gastos pequeños que haya que hacer en este rubro correrán por cuenta de la AFA.
El Mundial sí requerirá, obviamente, gastos de organización. Sin embargo, en el Gobierno destacan que el grueso de este ítem se cubrirá con el dinero que aportará la FIFA, unos 40 millones de dólares en total. Con eso se cubrirán los costos de la logística de cada partido, que involucrarán a aproximadamente 1.200 personas contando la seguridad.
Por lo tanto, no habrá prácticamente gastos del erario público, excepto por los refuerzos policiales que serán requeridos para cada uno de los encuentros que se disputarán.
Los ingresos que dejará el Mundial Sub-20 Argentina 2023
Al contrario, el Gobierno entiende que el Mundial será una fuente de ingreso neta para el país, fundamentalmente gracias a los beneficios turísticos que traerá, tanto inmediatos como de mediano plazo.
En ese sentido, el Ministerio de Economía precisó que entre los gastos de la FIFA para la preparación del evento, el movimiento turístico y económico regional y local, y el incremento del turismo receptivo permanente, el evento generará solo este año más de 600 millones de dólares.
En el plano turístico, se espera una importante afluencia de visitantes provenientes de países limítrofes, fundamentalmente Chile y Brasil, y Uruguay y Paraguay en menor medida. "Solo la cantidad de chilenos que cruzará a Mendoza o San Juan a ver los partidos cubrirá con creces el costo de los operativos de seguridad de esos encuentros", grafican las fuentes.
Pero lo que más subirá el ingreso total será la afluencia de turistas del hemisferio norte, que generan gasto per cápita de entre 800 y 1.000 dólares. De este modo, el cálculo oficial es que habrá unos 360.000 turistas receptivos extra este año, por lo que el ingreso anual de divisas por esta actividad será de 300 millones de dólares más que lo esperado.
Sin embargo, la cifra final de los ingresos en dólares para Argentina será mucho más importante, "de casi 2.000 millones de dólares en los próximos cinco años", proyectan las fuentes. Esto se debe a que, entiende el Gobierno, el evento hará que el país levante su exposición a nivel internacional. "Es como hacer una mega campaña de turismo", resumen.
Por lo tanto, la expectativa es que la llegada de esos 360.000 nuevos turistas se repita cada año en el próximo lustro, dejando cerca de 300 millones de dólares extra hasta aproximadamente 2028. Es decir, a los 600 millones de ingresos por el Mundial este año habrá que sumarle un total de 1.500 millones de dólares de mediano plazo. Si esto sucede, las economías regionales pronto tendrán que agradecerle al Chiqui Tapia más que al Ministerio de Economía.
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