El presidente Javier Milei le dio a Luis Caputo control sobre la privatización de empresas públicas, en un capítulo más de la interna que mantiene con el flamante ministro Federico Sturzenegger. Así, insiste en empoderar a su ministro de Economía pese a los cuestionamientos que recibió su programa, sobre todo tras la reacción negativa de los mercados a sus anuncios de hace una semana.
La aprobación de la Ley Bases volvió a disparar la discusión sobre quién se haría cargo de las empresas que quedaron sujetas a privatización (Intercargo SAU, Enarsa, Nucleoeléctrica Argentina, Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, AySA, Belgrano Cargas, SOFSE y Corredores Viales S.A.). Era natural que fuera Sturzenegger, dado que como asesor se ocupó de la modernización y achicamiento del Estado, algo que ahora empezará a hacer como ministro de Desregulación y Transformación.
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Sin embargo, la discusión sobre cuáles funciones quedarían bajo la órbita de Caputo y qué cuáles bajo la de Sturzenegger demoró por semanas el ingreso de este último al Gabinete. Ahora, cuando por fin lo hizo, solamente obtuvo tres áreas: las de Simplificación del Estado, Transformación del Estado y Empleo Público. Un peso bastante más reducido que el que el nuevo funcionario esperaba.
Al contrario, el mismo decreto que definió las atribuciones del Ministerio de Desregulación también le otorgó al Caputo el manejo de las empresas públicas y, por lo tanto, el camino a la privatización de las que quedaron habilitadas para ello en la Ley Bases.
Así lo establece el DNU 585/2024. En su artículo 4°, modificó las atribuciones del Ministerio de Economía para agregar la de "intervenir en el desenvolvimiento de las empresas y sociedades contempladas en el artículo 8, inciso b) de la Ley Nº 24.156", es decir, las sociedades y empresas del Estado, incluyendo las sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria.
Se trata de una nueva función que suma el titular del Palacio de Hacienda, que ya contaba con el manejo de los entes autárquicos y descentralizados. Fuentes del Ministerio de Economía confirmaron a El Destape la nueva atribución que se le agrega a Caputo, aunque aclararon que todavía no está definido si recibirá el control de todas las empresas públicas o solo de algunas.
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En el mismo sentido, fuentes de la Jefatura de Gabinete habían adelantado el último jueves que era probable que, con la nueva reestructuración del Gabinete, el manejo de las empresas públicas fuera descentralizado en los diversos ministerios. Por ahora, sin embargo, la normativa legal sobre ellas recae en Caputo. En cambio, entre las 27 atribuciones que recibió el Ministerio de Desregulación en el DNU no hay ninguna relacionada a las compañías del Estado.
De esta manera, Milei no solo debió resignar poder para Sturzenegger, sino que insiste en continuar empoderando a Caputo en medio de los crecientes cuestionamientos que el ministro de Economía recibe desde diferentes frentes por las dificultades que enfrenta su plan.
Por un lado, el campo retuvo la mayor parte de los granos, lo que llevó a que el Banco Central no logre acumular dólares en plena etapa de cosecha gruesa. Hace una semana, el anuncio de una nueva etapa de emisión cero por el traspaso de la deuda del BCRA al Tesoro fue recibido con escepticismo por los mercados por la falta de precisiones sobre la salida del cepo cambiario, lo que llevó a una caída de los activos argentinos durante la mayoría de los días de la semana. Y cada vez más economistas dudan de que, sin esos dólares del campo, pueda mantener el ritmo de devaluación del 2% mensual hasta fin de año, como ratificó el miércoles en el anticipo del Presupuesto 2025.
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