(Por Natalia González) El presidente del Mercado Central de Buenos Aires, Aníbal Stella, destacó los acuerdos de precios de frutas y verduras a 30 y 90 días alcanzados con operadores mayoristas, y consideró importante brindar esta información para ayudar "al consumidor a hacer valer el poder adquisitivo del salario" al momento de comprar alimentos.
En diálogo con Télam, el nuevo presidente del Mercado Central dijo que "la información sobre los precios es lo que tiene que orientar el consumo", y detalló que el incremento "razonable" que puede haber en frutas y verduras entre el precio mayorista y la venta al público no debería superar el 100%.
El acuerdo entre el mercado y las cámaras Comafru, Combaires y Camabana establece el compromiso de mantener durante 30 días (vigente desde el 2/5 al 31/5) el mismo precio en papa, cebolla, tomate, zanahoria, acelga, anco, manzana y bananas, para que el verdulero y comerciante minorista accedan a productos frutihortícolas de estación, a precios accesibles para favorecer al bolsillo del consumidor final.
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También se acordaron precios fijos por 90 días (desde el 2/5 al 31/7) en cebolla comercial a $60, zapallo plomo comercial $100, limón comercial a $120 y manzana crispy comercial a $260, todos son precios por kilo en bulto dentro del sector mayorista del Mercado Central.
A continuación, los principales tramos de la entrevista:
Télam: ¿Cómo se trabajó en los acuerdos de precios de frutas y verduras a 30 y 90 días?
Aníbal Stella: Notamos que hay mucha desinformación en el pueblo sobre los precios y hay diferencias de precios entre comercios que están a pocas cuadras de distancia.
En consulta con las cámaras de operadores, que son los que han impulsado esto, se nos ocurrió la publicidad de los precios mayoristas del Central y a partir de ahí el que gana un sueldo y tiene el consumo relacionado con su ingreso empieza a ver si el comerciante le está robando o puede comprar confiado.
Esto está basado en un principio, que es que la información sobre los precios es lo que tiene que orientar el consumo. Con la difusión de los precios estamos ayudando al consumidor a que haga valer el poder adquisitivo de los salarios.
T: ¿Cómo se reflejan estos acuerdos en los comercios minoristas? Hay un control?
AS: Control no hay porque son precios de mercadería perecedera. El mercado conforma la oferta y la oferta es el precio que estamos exhibiendo. Los frescos si no se consumen se pudren, hay que tirarlos y esto sirve al consumidor para saber cuánto debe pagar razonablemente.
T: ¿Cuál es el aumento razonable que puede tener una fruta o verdura desde el Mercado Central al comercio minorista?
AS: Razonable es el doble, 100%. Si la papa sale 95 pesos en el Mercado, hasta 190 pesos se puede pagar tranquilo. Ya si la quieren vender a 300 o 400 es caro, habrá que esperar para comprar.
T: ¿Cómo funciona la feria minorista del Mercado Central?
AS: La feria minorista tiene precios muy buenos. Hace muchos años, cuando se creó, era para vender el excedente mayorista semanal; ahora es un centro de compra fenomenal, hay productos de todo tipo, no solamente el sobrante de oferta, con precios más económicos que en los comercios. Estamos tratando de tener más medios de transporte que acerquen a la gente.
T: ¿Qué ocurrió en las últimas semanas con la oferta de productos avícolas, en el marco de los casos de gripe aviar?
AS: Es un inconveniente sanitario que presiona sobre la oferta, es circunstancial. En el Mercado Central manejamos oferta de productos que vienen de muchísimos lugares y los venden a muy buen precio. Desde la semana pasada y la anterior el pollo está un poco menos, actualmente está 660 pesos el kilo de pollo.
T: ¿Cómo se pueden lograr menores aumentos en los alimentos frescos?
AS: El mecanismo de aumento de precios está dado por estacionalidad; si quitáramos la estacionalidad los aumentos no son tan importantes.
También está el componente impositivo. Hemos elaborado un proyecto de ley que modifica el peso del IVA e Ingresos Brutos para que los frescos puedan pagar una tasa de tránsito. De esta manera aliviaríamos la carga fiscal. Recientemente lo remitimos y está en estudio de la AFIP.
Reemplazar el IVA e Ingresos Brutos por una tasa de tránsito que sea muy menor va a permitir recaudar mucho más y habrá trazabilidad porque se formalizaría la cadena, todo el mundo sabría qué cosa se produce y dónde se vende.
El hecho de que no esté formalizada la cadena de valor significa falta de información pública y privada, y el Estado no tiene fuerza reguladora ni poder para concertar políticas públicas.
Con información de Télam