Japón reinició más centrales eléctricas, entre ellas un reactor nuclear que llevaba mucho tiempo inactivo, y tomó otras medidas para evitar una crisis eléctrica mientras las temperaturas se disparan y la demanda de refrigeración aumenta, especialmente en Tokio, donde los Juegos Olímpicos comienzan el viernes.
Con los ojos del mundo puestos en Tokio como sede de los Juegos ante la preocupación por los riesgos que plantea la pandemia de coronavirus, Japón quiere evitar que se repita la crisis eléctrica sufrida durante el invierno, cuando las compañías eléctricas instaron a los clientes a racionar el uso para evitar apagones.
A principios de este mes, Kansai Electric Power reinició otro reactor, el quinto que se reinicia en Japón desde enero, incluyendo una unidad de 44 años de antigüedad que llevaba diez años cerrada.
Japón tiene nueve reactores en funcionamiento, el mayor número desde que el desastre atómico de Fukushima provocó el cierre de la industria nuclear japonesa.
También se pusieron en marcha antes de lo previsto una central de gas y otra de carbón.
A medida que el verano fue avanzando, se ha hecho patente una cierta restricción de la oferta, ya que los precios de la electricidad al contado en el área de Tokio se han duplicado este mes.
El martes, la oficina meteorológica del país emitió alertas por golpes de calor por cuarto día consecutivo. A mediodía, la temperatura en Tokio era de 34 grados centígrados, y se prevé un verano más caluroso de lo habitual.
El supervisor de la red eléctrica japonesa (OCCTO) estima que el exceso de capacidad de generación en el área de Tokio será del 5% en julio y del 3,9% en agosto. Un exceso de capacidad inferior al 3% podría provocar escasez de suministro y posiblemente incluso apagones.
Con información de Reuters