Las distribuidoras de luz del AMBA, Edenor y Edesur, plantearon un nuevo esquema de aumentos en la energía eléctrica para 2025, en el marco de la audiencia ante del ENRE de este jueves por la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT). Si el Gobierno acepta sus propuestas, la tarifa comenzará a aumentar mensualmente este año siguiendo a la inflación, mientras que se simplificarían las escalas tarifarias para reducirse de seis a dos categorías.
El ENRE realizó hoy la audiencia pública virtual para las distribuidoras del AMBA, que había sido convocada a fines de enero pasado con el fin de avanzar en la esperada RQT. Se trata del plan del Gobierno para definir un sendero de subas tarifarias para el quinquenio 2025-2029. Eso, aducen Edenor y Edesur, les permitiría recomponer sus tarifas a mediano plazo tras el atraso de los últimos años, y les daría la seguridad necesaria para definir un plan de inversiones que mejore el mal estado actual del sistema eléctrico en el área metropolitana.
La audiencia de la RQT por el segmento del transporte se celebró el último martes. En ella, Transener, la principal empresa del sector a nivel nacional, pidió una suba tarifaria que implicaría un aumento del 2% en las boletas finales para los usuarios. Este jueves, en la audiencia por el tramo de la distribución, Edenor y Edesur no unificaron criterio sino que presentaron dos propuestas diferenciadas.
El planteo de Edenor y Edesur por los aumentos de la luz en 2025
Edenor, por su parte, reclamó al Gobierno un suba en el tramo de la distribución de un 20% para todo 2025, que impactaría en un aumento del 8% en las tarifas finales para los usuarios, según expuso el representante de la empresa, Guido Hernández, ante el ENRE. Pero, adicionalmente, la distribuidora de la zona norte del AMBA solició que, al menos durante este año, las tarifas se incrementen todos los meses siguiendo la inflación.
Esto, subraya, le permitiría invertir 1.275 millones de dólares en el AMBA hasta 2029, focalizándose en la construcción de tres nuevas subestaciones eléctricas en los próximos tres años (en Hurlingham, General Rodríguez y el corredor norte).
Por su parte, Edesur no pidió un porcentaje específico de actualización de la tarifa, pero sí propuso modificaciones importantes en el régimen tarifario, especialmente en el caso de los pequeños usuarios (residenciales). En ese sentido, solicitó una "simplificación de escalas tarifarias" que las reduciría de seis a dos categorías, mientras que pidió también eliminar los saltos entre ellas.
Hoy en día, hay precisamente seis categorías de consumo para los usuarios residenciales de la energía eléctrica, que van de R1 a R6. Los clientes van subiendo y bajando en esa escala según cuánto hayan consumido en el bimestre anterior, y pagan más de cargo fijo (solo por estar conectados al sistema) y cargo variable (por el consumo efectivamente realizado) cuanto más arriba están.
Lo que plantea Edesur podría modificar este esquema, con una categoría para cada usuario que quedaría prestablecida de manera fija, aunque, presumiblemente, con un cargo fijo y variable de mayor magnitud que ahora. En base a esto, la empresa apunta a invertir 746.000 millones de pesos (unos 703 millones de dólares) hasta 2029.
La respuesta del Gobierno por la RQT y los aumentos de la luz
Fuentes de las distribuidoras señalaron a El Destape que esperan tener una respuesta del ENRE y la Secretaría de Energía a sus requerimientos para la RQT para abril, y que su expectativa es que ese mismo mes ya empiecen a correr los nuevos valores tarifarios.
Pese al optimismo que el sector venía manifestando en las últimas semanas acerca de que finalmente se implemente la RQT que vienen pidiendo desde hace años, nada garantiza que el gobierno de Javier Milei vaya a otorgarles lo que piden.
Hay que tener en cuenta que al 8% de aumento en la tarifa final que pide Edenor se le debe añadir el 2% que pide Transener y el que corresponda al tramo de la generación, con lo cual debería exceder holgadamente el 10% en total.
Pero, además, el Gobierno procuró incrementar tarifas de luz y gas por debajo de la inflación durante toda la segunda mitad de 2024, con la intención de contribuir a la desaceleración inflacionaria (y a costa de sacrificar el manual libertario). Si bien esto implica que las tarifas deberían tener un salto en algún momento para recuperar el atraso, no parece fácil que este se produzca justo en los meses preelectorales, y menos a través de una indexación a la suba de precios.
El Destape se comunicó con el ENRE y con la Secretaría de Energía para conocer su recepción a los pedidos realizados por las empresas distribuidoras y en qué plazo podrían contestar a lo que solicitan, pero no obtuvo respuesta.