El mercado reclama las reformas estructurales y los sojeros vaticinan un salto cambiario

Los mercados confían en que Milei llegará al déficit cero, por más que se requiera un mayor ajuste del gasto. Por otro lado, los sojeros ya están contentos. Sin aumento de retenciones, prometen vender. ¿Pero a qué precio?

28 de enero, 2024 | 00.05

“Vamos a déficit financiero cero igual”, sostuvo el viernes por la noche el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, luego del anuncio realizado por el Luis Caputo. “El déficit cero es irrenunciable”, aseveró también el ministro de Economía. Hasta el momento, los representantes del Poder Ejecutivo no han modificado los aspectos centrales de su programa. De hecho, hace un poco más de dos semanas, Caputo avisaba que, en pos de ese tan mentado déficit fiscal, no les temblaría el pulso en profundizar el proceso de exclusión social. “De no aprobarse los recursos de la ley ómnibus, habrá un mayor ajuste que generará sufrimiento a los argentinos”, advertía.

Sin el capítulo fiscal dentro de la llamada Ley Omnibus, “los mercados” darán su veredicto en las próximas horas; en apariencia, podría significar una complicación para el Gobierno. ¿De dónde sacarán más recursos? ¿A quiénes ajustarán? Ya lo dijo Caputo: el sufrimiento será para todos. Menos para las empresas que redactaron cada uno de los artículos del plexo normativo enviado al Parlamento.

A dichas corporaciones, lo que más les interesaría por el momento sería la aprobación de las “reformas estructurales” (la triple M, reformas iniciadas con Menem, seguidas por Macri y ahora Milei), las mismas que fueron celebradas por el FMI.

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“En una de esas le sirve el hecho de que se comprometa a bajar más el gasto, y a la vez, fuerce a la oposición para que acompañe las reformas”, analizó un consultor conocedor de las City porteña y Wall Street, ante una consulta de El Destape. La mirada estará puesta en la sesión de Diputados y en el Senado, donde se pretende rechazar el DNU.

Tijera, recursos y trampa

Tanto el FMI como los inversores visitados por Caputo reclamaron dos cosas: las reformas estructurales y el déficit cero. Esta sería la condición que escuchó en su recorrida por Nueva York al inicio de la gestión. Hasta el momento, el plan sistemático de miseria planificada avanza sin miramientos. Atendiendo ese anhelo, el Gobierno solo quitó algunos artículos fiscales, pero no sus pretensiones de profundizar el ajuste, explicitó el ministro Caputo.

“Si no suben impuestos, se van a quedar cortos; entonces tendrán que bajar más gastos. Además, se comprometieron al déficit cero. Pero los mercados están muy bullish (en alza) con Milei, así que en una de esas les sirve el hecho de que se comprometa a bajar gastos y que al mismo tiempo presione para que la oposición acompañe las reformas estructurales”, sostuvo el analista de Wall Street consultado por El Destape.

Para Fernando Morra, director de análisis macroeconómico en Suramericana Visión, y ex secretario de Política económica en la gestión de Martín Guzmán, “con los números que presentó en diciembre el Ministerio de Economía, la eliminación del capítulo fiscal tal y como fue anunciado aumentaría el déficit proyectado en 1,4% del PIB (Ganancias 0,4%, Retenciones adicionales 0,5%, BBP/Moratoria/Blanqueo 0,5%)”.

¿Entonces, de dónde sacarán los recursos para el tan mentado déficit cero? O, mejor dicho, ¿en qué sectores se profundizará el ajuste? Por caso, Caputo ya avisó que habrá “más sufrimiento” entre los argentinos; advertencia que se suma a los dichos de la semana pasada donde tanto él como Milei dejaron en claro que todas las provincias estarán en la mira.

“Algunos podrán creer que postergar el debate sobre temas fiscales es un triunfo. Pero, en realidad, es una trampa”, advirtió Germán Martínez, jefe del bloque de UP en Diputados.

Con las facultades delegadas, Milei podría meter mano en las jubilaciones, en las tarifas, en las transferencias hacia las diferentes jurisdicciones del país; y ni hablar de la liquidación del FGS y la privatización de las empresas públicas, la llave de entrada para la voracidad de los fondos buitres disfrazados de BlackRock, Vanguard o Elon Musk.

Los sojeros, contentos

El viernes pasado, el BCRA compró 117 millones de dólares de reservas; en la última semana se hizo con 802 millones. Desde el cambio de gestión, la autoridad monetaria sumó un total de 5927 millones. Y tras el cierre de la primera fase de los bonos destinados a los importadores con deudas comerciales, se anotó una baja en la cotización del contado con liquidación cercana al 4%. Aun así, la brecha con el tipo de cambio oficial se ubicó en el 46%.

No parece haber “turbulencias” preocupantes, al menos para los dueños del capital.

“Los futuros del dólar mostraron un notable recorte en la última semana. Concretamente, los tipos de cambio implícitos en los contratos con vencimiento entre febrero y mayo (los más representativos en cuanto a volumen) mostraron caídas semanales entre el 0,9% y el 3,3%. Sin embargo, el mercado continúa sin poner en precios la estrategia oficial de sostener el crawling peg al 2%, descontando que se abandonaría a partir de febrero (se espera un 3,7% para dicho mes)”, analizaron desde Ecolatina.

La estabilidad del mercado siempre es momentánea. Hace unas semanas, los sojeros amenazaban con la posibilidad de frenar las ventas de la cosecha gruesa, enojados por la suba de dos puntos de retenciones a los subproductos de la soja. Con la decisión de sacar del medio el capítulo fiscal, ahora Milei goza de la sonrisa de las empresas nucleadas en la CIARA – CEC.

Segundos después del anuncio de Caputo, el vocero de la entidad, Gustavo Idígoras, sostuvo: “La decisión de Caputo es positiva. Como industria exportadora, valoramos el esfuerzo del Gobierno, teniendo en cuenta que la medida tenía un rechazo de los exportadores y las provincias. Este es el camino correcto”.

Con el renovado aval del FMI, Milei – Caputo habían ganado tiempo hasta marzo, a la espera del ingreso de los dólares de la cosecha gruesa. Los sojeros ya avisaron que podrían colaborar; aunque todavía no pusieron precio. Ergo, los dueños de los dólares ya presienten que, llegado el momento, podría haber un nuevo salto del tipo de cambio. También forma parte de la hoja de ruta de Milei. De esta manera, podría conseguir más recursos por los derechos de exportación (sin tocar alícuotas).

Por lo que podría esperarse para esta semana, tanto el FMI como los fondos de inversión y las grandes empresas concentradas y nucleadas en la UIA o AEA, aguardan la aprobación del plexo normativo que les garantizará una enorme trasferencia de recursos.

“Tenemos que apoyar al gobierno en el crecimiento con fuerte desarrollo exportador”, sostuvo Idigoras para congraciarse con el Poder Ejecutivo. Mientras tanto, el poder adquisitivo de los salarios seguirá en caída libre, en un escenario donde el PBI podría caer un 4% durante 2024.

Los tres pasos del plan Milei siguen sobrevolando: ajuste fiscal –licuación del poder adquisitivo y de los activos del país, con fuertes presiones hacia las provincias -, reformas estructurales con privatizaciones y pauperización social. Del otro lado, el grito de la calle: “La patria no se vende”. Con la Ley Ómnibus en el recinto, la calle y el Palacio tienen la palabra.