El ministro de Economía, Luis Caputo, volverá a mostrar los números de un falso superávit fiscal y primario para mayo, conseguido a partir de una feroz caída – en términos reales- de las partidas públicas destinadas al pago de jubilaciones y pensiones, la reducción en un 54% en las erogaciones vinculadas a la asistencia social (potenciar trabajo, políticas alimenticias, las becas progresar, entre otras), y una caída de la inversión real directa hacia las provincias del 85%. Otro de los artilugios utilizados fue el freno de los pagos a CAMMESA y pisar la venta de dólares para importadores, al mismo tiempo en que se incrementó la deuda comercial. El resultado de este programa financiero derivó en una recesión planificada de la actividad económica, con una caída abrupta de la construcción del 37% para el cuarto mes del año, mientras que la industria tuvo un rojo del 16%. El desempleo y la pobreza crecen en todo el país.
“En los primeros cinco meses del año la Administración Nacional obtuvo un superávit financiero de $2,2 billones, en contraste con un déficit de $2,3 billones obtenido en igual período de 2023. El resultado financiero del mes de mayo fue positivo en 1,3 billones. Por otro lado, el superávit primario acumulado, que no incluye el pago de los intereses de la deuda, ascendió a $6,4 billones en contraposición al déficit primario de $1,1 billón de un año atrás (-261,5% a/a real)”, puede leerse en el último informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Cuando el Palacio de Hacienda difunda los datos de la administración pública, Caputo volverá a festejar la meta de los superávits como consecuencia directa del programa de miseria planificada de La Libertad Avanza. ¿Qué festejarán entonces?
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“Todos los componentes de los gastos exhibieron caídas reales en comparación con 2023, excepto el pago de los intereses de la deuda que creció 1,5% interanual”, puede leerse en el reporte de la OPC.
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Disciplinamiento
El desagregado de las cuentas públicas permite vislumbrar uno de los objetivos centrales de La Libertad Avanza: el disciplinamiento de todos los sectores sociales. En el acumulado de los primeros cinco meses del año el programa Potenciar Trabajo y sus continuadores (Volver al Trabajo y Acompañamiento Social) registraron una caída real del 55%, básicamente “explicado por la pérdida de poder de compra de las prestaciones y por la baja de beneficiarios”, indicaron desde la OPC.
El hambre como política de Estado. La ministra de Capital Humano debe explicar por qué su cartera guardaba millones de kilos de comida sin distribuir. No fue una decisión aislada. En el caso de las partidas vinculadas a las políticas alimentarias, la caída real fue del 15,8% durante los primeros cinco meses del año. “El valor promedio de las prestaciones arroja una pérdida de poder de compra del orden de 12% real en cinco meses. En tanto, las transferencias a comedores comunitarios y merenderos registraron una merma del 98,7%”, puede leerse en el último informe de la OPC. El hambre como política de Estado.
Y como si esto no fuera suficiente, las erogaciones vinculadas a Jubilaciones y pensiones cayeron un 25,8% interanual; el dato se conoce días después de que el mandatario Javier Milei amenazase con vetar cualquier ley que mejore los ingresos de jubilados y pensionados. Miseria planificada. Caputo se apoyó en esta metodología para exhibir sus falsos superávit.
Tiempo de descuento
“La lectura para los próximos meses indica que se les complicará el escenario fiscal, donde ya no se podrá mantener la deuda flotante (con CAMMESA e importaciones), ni habrá un aumento de la recaudación ya que la actividad mostrará números negativos. Y a todo esto se le suma la incertidumbre política, donde se vuelve a percibir que el Presidente redobló su apuesta para no negociar con la oposición”, explicó Alejandro Vanoli, en diálogo con El Destape.
En el acumulado a mayo de 2024, los subsidios energéticos presentaron una variación de negativa de 33,2% en términos reales. Las transferencias con destino CAMMESA disminuyeron un 4,4% mientras que las destinadas a ENARSA lo hicieron en 59,3% interanual.
La foto de los falsos superávits que supo mostrar el tándem Milei – Caputo llegaría a su fin. Otro dato que ya es percibido por los jugadores del mercado local. “Existen dudas sobre qué tan pronto comenzará a cambiar el ciclo de acumulación de reservas, especialmente considerando la demanda de dólares que, en el próximo semestre, requiere el restablecimiento pleno del pago de importaciones, la cancelación del swap chino (que el Ejecutivo hasta ahora no ha sido capaz de renovar), el inicio del pago de los Bopreales, y los compromisos tanto de bonos soberanos como con organismos internacionales”, puede leerse en el último informe de la consultora Vectorial, dirigida por el economista Eduardo Hecker.
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¿De qué paciencia habla?
El ministro de Economía disertó durante la semana en el Latam Economic Forum, organizado por Darío Epstein, el principal nexo del Gobierno con BlackRock. Caputo les pidió paciencia a los grandes jugadores de mercado pero también al conjunto de la sociedad. “La velocidad – del plan de gobierno - dependerá de dos cosas: la Ley Bases y de que nosotros podamos convencer a la gente”.
Las familias ya dejaron de comprar alimentos, según los datos de varias consultoras que siguen el día a día de la actividad en supermercados y comercios de cercanía. La pobreza se acerca al 50% de la población según el último informe del Departamento de Economía de la Universidad Torcuato Di Tella. El desempleo y las suspensiones avanzan. Caputo reclamó paciencia, al mismo tiempo en que acelera las políticas de hambre.
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