El pulpo financiero BlackRock supervisa el programa económico de La Libertad Avanza desde las sombras. El pasado 22 de enero, la Canciller Diana Mondino mantuvo una reunión con Christopher Brinkman, encargado de gestionar los activos que BlackRock posee en Latinoamérica pero también auditar la administración de Javier Milei. Por entonces, faltaban pocos días para el tratamiento en Diputados del primer proyecto sobre la Ley de Bases. Los verdaderos beneficiarios finales que mueven el dinero del mundo, ocultos bajo la fachada de este fondo de inversión, pretendían (y aun lo hacen) la sanción del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), la estructura legal para convertir a la Argentina en una economía de enclave.
“Argentina es nuestro segundo portfolio más grande de inversiones en la región”, admitió BlackRock en un informe publicado el pasado 17 de mayo; en el mismo documento quedó expuesta la reunión de Mondino con Brinkman. Por eso al Poder Ejecutivo no le quedó otra alternativa que difundir varios meses después, a través del Registro Unico de Audiencias, los datos de la reunión mencionada.
El dueño de BlackRock, Larry Fink, le había prometido a Milei visitar el país durante mayo; ¿el Presidente pretende agasajarlo con el régimen de inversiones hecho a la medida de la entrega de los recursos mineros, de gas y petróleo?
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Seguimiento
A las 11.30 del 22 de enero, la canciller Mondino recibió en su despacho del Palacio San Martín a Brinkman, junto a Denis Kalugin, también de BlackRock. Según la información oficial, hubo otros representantes del mundo financiero global: Abuwala Anish (Portfolio Manager en Balyasny Asset Management); Heringer Rodson (Socio de Carrhae Capital); y Eduardo Jorge Tapia (Latin Securities S.A).
Por entonces, el RIGI había pasado desapercibido en el debate público, situación totalmente inversa a la que ocurre por estos días con las discusiones en el Senado. De ahí la sincronía que habían sostenido en enero los diputados de La Libertad Avanza y otros dadores de gobernabilidad junto al Poder Ejecuto para escamotear cualquier letra chica sobre el proyecto en cuestión y la reunión de Mondino con los enviados de BlackRock.
“En el encuentro, los representantes de los fondos de inversión realizaron presentaciones sobre sus operaciones y actividades financieras. A su vez, se conversó sobre las condiciones de inversión en la República Argentina y las implicancias de los cambios regulatorios”. Este fue el motivo de la audiencia, develada oficialmente en las postrimerías de un nuevo debate por la Ley de Bases y el Régimen de Inversiones con traje hecho a la medida de esos mismos fondos de inversión que buscan quedarse con los principales recursos del país.
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Vienen por todo
BlackRock posee acciones en YPF, Pampa Energía, varias cerealeras (Bunge y Molinos Río de la Plata) y la mayoría de los proyectos de litio del país. Este fondo de inversión posó sus colmillos sobre Latinoamérica, región del mundo llamada a ser “motor de un nuevo orden mundial”, según escribió Brinkman en un artículo publicado en Portfolio Adviser. Bajo este escenario, la Ley de Bases sería la estructura jurídica para legitimar una suerte de nuevo coloniaje en la región, como denunció CFK durante una de sus últimas charlas públicas.
Vienen por todo. Y Milei está dispuesto a entregarles todo.
“Argentina constituye nuestro segundo portfolio más grande de inversiones de la región, impulsada por una participación fuera del índice de referencia (sin exposición al mercado interno de Argentina)”, expuso la empresa de Fink en su último reporte sobre la región, publicado hace dos días.
En ese mismo documento, se reconoció el seguimiento que vienen haciendo de la administración Milei.
“Seguimos monitoreando de cerca la situación política y económica en Argentina, después de que el libertario Javier Milei ganara inesperadamente las elecciones presidenciales en noviembre de 2023. Milei enfrenta una situación muy difícil, con una inflación de alrededor del 290% interanual, reservas de divisas agotadas y múltiples desequilibrios económicos. Para evaluar mejor la situación sobre el terreno, viajamos al país en enero de 2024. El viaje acentuó aún más nuestra visión cautelosa sobre las perspectivas económicas del país, y no vemos razones fundamentales por las que querríamos avanzar ahora sobre este mercado”.
Esta descripción surgió de la visita realizada por Brinkman el 22 de enero de este año; una semana después del encuentro con Mondino, el oficialismo tuvo que retirar de Diputados el proyecto de la Ley de Bases. El optimismo de BlackRock, por entonces, disminuía en intensidad mas no en su cuestión programática: acechar cual pulpo los principales recursos del país.
Mondino cumplió con sus tareas de lobista ante BlackRock. Con el fondo de Fink se tratan desde sus días como directora de Pampa Energía, al igual que Darío Epstein, otro de los representantes visibles de BlackRock en el país.
Economía de enclave
El centro de investigaciones Fundar fue explícito en cuanto a los potenciales daños para el país si el RIGI llegase a convertirse en ley. “El proyecto busca consagrar de una vez y para siempre un patrón de especialización productiva de Argentina como mero exportador de commodities”, escribió Martín Reydó, director ejecutivo de Fundar.
“El régimen consiste en incentivar, por un período de 30 años, mediante políticas fiscales y aduaneras, un boom de inversiones en minería, petróleo y gas. Y probablemente también en inversiones agropecuarias. Ata al Estado argentino de pies y manos. Una combinación de privilegios al capital y de restricciones al bien colectivo”, puede leerse en el último informe de Fundar.
El programa de miseria planificada de Milei avanza sobre los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Disciplina a la sociedad vía ajuste por shock, despidos y pobreza. Su objetivo: que la Argentina sea una mera economía de enclave, no ya de algún Estado, sino de los fondos de inversión trasnacionales.