Tal como hizo la Unión Industrial Argentina (UIA) días atrás, ahora son las pymes las que salieron a protestar contra el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que se debate en comisiones en el Senado como parte de la Ley Bases. Aun así, algunas entidades negocian modificaciones favorables que, confían, serán aprobadas y forzarán la vuelta del proyecto a Diputados.
La UIA fue una de las primeras en protestar contra el perjuicio que el RIGI puede generar contra las pequeñas empresas. "Coloca a los proveedores locales en una situación de desventaja frente a los productos importados, toda vez que la importación no paga aranceles de ningún tipo mientras que los proveedores nacionales deben cumplir con todas sus obligaciones en materia arancelaria e impositivas", advirtió la cámara de grandes empresas industriales, que meses atrás había apoyado abiertamente la reforma laboral de Javier Milei por DNU.
El problema es que el proyecto, tal como fue aprobado en la Cámara de Diputados, otorga beneficios impositivos, aduaneros y cambiarios pero solo a inversiones de más de 200 millones de dólares, con foco en los sectores energético y minero. Cualquier pyme, y prácticamente cualquier empresa de origen nacional, queda virtualmente afuera.
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Las quejas de las pymes contra el RIGI
En este contexto, diversas entidades de pequeñas y medianas empresas se sumaron, con diverso tono, al rechazo al proyecto en los últimos días. La CAME señaló, en un comunicado, que el RIGI "es un potente sistema de atracción de inversiones productivas", pero que "tiene como contrapartida una menor recaudación y un trato discriminatorio hacia las empresas que no cuentan con dichos beneficios". "Es imprescindible integrar a este régimen a las pequeñas y medianas empresas, a la industria existente, a las economías regionales y a las locales", añadió la cámara pyme.
Más contundente fue Daniel Rosato, titular de Industriales Pymes Argentinos (IPA), quien afirmó que "con el RIGI van a cerrar la mayoría de las pymes" y agregó que "el Gobierno tiene que buscar las inversiones adentro".
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En un tono similar, Leo Bilanski, titular de ENAC, afirmó a El Destape: "El RIGI va a promover el aterrizaje de inversiones extranjeras sin ninguna contraprestación para el desarrollo nacional. Es un modelo extractivista con libertad de movimiento de capitales y bienes y excepciones impositivas. Un verdadero saqueo del mercado promovido por el lobby al que esta inclinado el gobierno de Milei". Asimismo, explicó: "Todos el entramado industrial de fabricantes de bienes de capital que hasta hoy algo le venden a las grandes inversiones queda relegado producto de la posibilidad de traer todo el equipamiento de afuera sin impuestos".
De hecho, la preocupación por los efectos del RIGI llegó incluso de parte de las pymes que abastecen al sector del petróleo y gas, al que se supone que el proyecto debe beneficiar especialmente, nucleadas en el Observatorio para el Desarrollo Industrial del Petróleo y el Gas Argentino.
"Las ventajas que se otorgan a los complejos industriales internacionales para importar bienes de capital usados o nuevos, materiales e insumos sin aranceles asociados tanto en la etapa de la inversión inicial, así como también del flujo productivo durante el período establecido (30 años), afectan gravemente a la industria nacional en general y especialmente las pymes", señaló esta agrupación de cámaras que concentra a ADIMRA y a GAPP, CAPIPE, CAFMEI, CIPIBIC, CIMCC, el Clúster de Petróleo, Gas y Minería de Córdoba, el Clúster de Energía de Mar del Plata, CAFAS y CYTACERO.. "El proyecto RIGI atenta contra la actividad, la producción y el empleo de la cadena de valor que se desarrolla a partir de los recursos hidrocarburíferos y otras industrias de proceso", agregó en un comunicado.
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Los posibles cambios en el RIGI
En paralelo, otras entidades del entramado pyme se muestran optimistas sobre la posibilidad de que el proyecto tenga cambios favorables en el Senado y que deba volver a Diputados. Precisamente, el RIGI es uno de los puntos clave señalados con preocupación por varios senadores de la oposición dialoguista, lo que hasta ahora trabó la posibilidad de que la Ley Bases obtenga dictamen en la Cámara alta y llevó a posponer su tratamiento hasta después del 25 de mayo.
En este sentido, Marcelo Fernández, titular de CGERA, señaló a este portal que participó en mesas de diálogo con las autoridades correspondientes para exponer "los perjuicios que el RIGI generaría en la industria local", y agregó que se fue con "el compromiso de que va a haber cambios".
Por ahora, el Gobierno lleva las negociaciones con hermetismo y evita dar detalles sobre cuáles serían estos posibles cambios. Aun así, según pudo saber El Destape, algunas posibles modificaciones que están en análisis incluyen un aumento en las alícuotas del impuesto a las Ganancias, modificaciones en la posibilidad de remitir dividendos al exterior y la posibilidad de contabilizar maquinaria usada como parte de la inversión de 200 millones de dólares.
De ser así, se enfriaría la posibilidad alimentada por la UIA, cuyos representantes se reunieron esta semana con el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, para que, si el RIGI se aprueba sin cambios en el Senado, sea impulsada la iniciativa de una ley complementaria para pymes.
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