El Gobierno logró un sucesión de hechos positivos que mejoran el contexto financiero, aunque la mirada sigue puesta en la cuestión de fondo que todavía no encaró; el levantamiento del cepo y la liberación del mercado de capitales que se espera sea una de las presiones centrales que ponga sobre la mesa el Fondo Monetario Internacional para arribar a un nuevo acuerdo.
La gestión de Javier Milei logró evitar la crisis política que se hubiese desatado si el Senado rechazaba la Ley Bases pero las tensiones en el plan económico siguen presentes, en especial las dificultades que enfrenta el BCRA para acumular reservas, con un tipo de cambio que no le cierra los sojeros y ya sin la posibilidad de seguir postergando pagos de importaciones.
Los mercados abrieron con una fuerte alza de los bonos de la deuda argentina, festejando la aprobación de la Ley Bases en el Congreso, pero rápidamente se moderó, marcando los límites que tiene la administración para generar confianza en los mercados. Fue una ventana para que algunos fondos aprovechen a liquidar sus posiciones en bonos argentinos, pero con un efecto más efímero del que se esperaba.
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La sensación predominante es que el marco de política económica de los seis primeros meses que les permitió llegar a este momento se agotó y empiezan a surgir los desequilibrios acumulados: como el atraso cambiario y la postergación de aumentos de precios regulados que se utilizó para morigerar el impacto inflacionario.
También quedó en una situación delicada la “bandera” del Gobierno del equilibrio fiscal, con el rechazo del Senado a los cambios en Bienes Personales y Ganancias que deberán volver a Diputados para obtener la sanción definitiva y donde se espera que la negociación incluya que no se derogue el incremento jubilatorio que aprobó la cámara y que todavía tiene que pasar por el Senado.
En el mercado se valoró la aprobación de la ley como la primera señal de gestión del presidente Javier Milei que permite dar respaldo legal al fuerte ajuste fiscal que generó una de las mayores recesiones que soporta la economía argentina. La aprobación de la ley junto con el acuerdo de pago a 24 meses del swap con China allanó el camino para que el directorio del Fondo Monetario Internacional apruebe la última revisión del acuerdo con Argentina y desembolse 800 millones de dólares que se integrarán a las reservas internacionales.
Pero el Tesoro empezó a dar señales de cambios de políticas, como anticipó El Destape, marcando una senda de alza de tasas de interés, una de las exigencias rutinarias del FMI para avanzar en la definición de un nuevo acuerdo. “Consideramos que el proceso de tasa real negativa ha llegado a su fin, habiendo cumplido el doble objetivo de contribuir al saneamiento de la hoja de balance del BCRA y ser un pilar fundamental en la reducción de la inflación durante estos 6 meses de gestión", sostuvo en un comunicado. Lo que puede interpretarse también que el Gobierno considera que ya le licuó los suficientes ahorros a los argentinos.