Ministros y autoridades del área de Agricultura de los países que integran el Consejo Agropecuario del Sur (CAS) instaron a tratar de manera equilibrada las dimensiones económica, social y ambiental de la producción de alimentos, tras reunirse esta semana en la ciudad de Buenos Aires.
Asimismo, los participantes señalaron que "las exigencias ambientales que pretende imponer unilateralmente la Unión Europea para la importación de productos primarios no deben dificultar ni encarecer el comercio internacional", según un comunicado del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), organismo que ejerce la secretaría técnica del CAS.
Del encuentro participaron, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay y presidente pro-tempore del CAS, Fernando Mattos; el secretario de Agricultura argentino, Juan José Bahillo, y su par de Comercio y Relaciones Internacionales del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil, Roberto Perosa.
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También participaron los directores de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias de Chile, Andrea García, y de Planificación del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras de Bolivia, Blas Mamani, entre otros funcionarios de otros países miembro.
Durante el encuentro, se discutió sobre la relación entre el CAS y el Mercosur, refiriéndose particularmente a la cuestión de comercio y ambiente, sobre lo cual coincidieron en la necesidad de fortalecer una posición unificada que represente los intereses de los países del Sur ante la Unión Europea (UE) y la Organización Mundial de Comercio (OMC).
También se debatió sobre la necesidad de "profundizar medidas que favorezcan la resiliencia climática ante el fuerte impacto de eventos meteorológicos extremos que afectan la producción agropecuaria", agrega el escrito del IICA.
Los participantes reafirmaron el compromiso del CAS en la producción responsable de alimentos, con énfasis en la preservación de los recursos naturales y la biodiversidad.
Asimismo, rechazaron todo intento de reforzar medidas proteccionistas con argumentos ambientales, sobre la premisa de que el sector agropecuario es esencialmente una víctima del cambio climático y está lejos de ser su responsable principal.
La delegación argentina realizó una presentación sobre Comercio y Ambiente en la que se señaló que "la UE tiene una visión sesgada del desarrollo sostenible, con foco en el pilar ambiental, distinta a la visión del CAS, que hace foco en el equilibrio entre los pilares de la sostenibilidad", remarcó el IICA.
También indicó que "la agricultura es parte de la solución a los desafíos que enfrenta el planeta, ya que no solo provee alimentos, fibras y servicios ecosistémicos que el mundo necesita, sino que también genera empleo, desarrollo y arraigo territorial".
Con información de Télam