La reestructuración de la deuda ingresó a un nuevo impasse para una diferencia de puntas entre las ofertas que implica en las cuentas públicas 2200 millones de dólares, equivalente (a valor presente, como gusta definir a los analistas "técnicos") al pago de 10.000 pesos del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) para nueve millones de personas durante seis meses. "Lo que hay de diferencia con los acreedores es todo el Presupuesto que teníamos para el Ministerio", señaló el titular de la cartera de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, en diálogo con El Destape Radio.
Esta semana los tres principales fondos de inversión con deuda a reestructurar se cartelizaron para rechazar la nueva oferta del gobierno argentino para resolver los 65.800 millones de dólares en default. Además de las cuestiones legales que distancian ambas propuestas; en términos técnicos, el valor presente que las separa es de tres centavos por dólar de deuda nominal. Si bien parece una diferencia menor, que algunos analistas y medios pretenden minimizar todavía más, es importante entender que se trata de recursos en dólares --que la economía argentina consume más de los que produce-- que podrían destinarse a otras urgencias. Esos tres centavos por el total de la deuda implica unos 2200 millones de dólares en juego.
El ex viceministro y ahora consultora Emmanuel Alvarez Agis aseguró,en un encuentro virtual con cámara del sector de la indumentaria, "es un número ridículamente bajo para una economía como la argentina". "Mi impresión es que es una decisión política. No veo un problema de sostenibilidad con ninguna de las dos ofertas, ni tampoco un problema legal”, dijo el economista ante los empresarios.
En declaraciones a este medio, el ministro de Desarrollo Social contestó sobre este tipo de afirmaciones. "Cuando se habla de sostenibilidad de la deuda se habla de equilibrio social. Lo que hay de diferencia con los acreedores es todo el presupuesto inicial que teníamos para el Ministerio de Desarrollo Social", aseguró Arroyo. Los dichos de el ministro se suman al de su par de Economía, Martín Guzmán, que realizó semanas atrás y que fue destacado este martes por la vicepresidenta Cristina Fernández: "Aceptar lo que ellos piden significa más desempleo, más angustia para la gente, tener que ajustar jubilaciones, y eso es algo que no vamos a hacer".
Si bien el monto de diferencia se puede prorratear en los plazos de los nuevos bonos, son compromisos en dólares que se va actualizando por el tipo de cambio respecto al peso. Es la diferencia de deuda en pesos y en dólares. Argentina no produce dólares. A la cotización actual, la diferencia equivale a unos 200.000 millones de pesos. A esto se sumarían 11.500 millones de dólares (casi un billón de pesos) que ya cedió el gobierno al mejorar el 7 de julio en más de 15 centavos la oferta de canje presentada originalmente el 22 de abril, según cifras de la consultora de Alvarez Agis.
En la primera parte del año, sin Ley de Presupuesto, el gobierno debió reasignas partidas con foco en asignaciones sociales, PAMI, transferencias a las provincias y a empresas públicas y privadas. De acuerdo con el avance del proyecto de Presupuesto para el año próximo, hasta mayo se destinaron 159.951 millones de pesos a asignaciones familiares; 156.316 millones en transferencias a las provincias y municipios, 135.751 millones en subsidios a empresas públicas y 98.513 millones a privadas. En resumen, todo el gasto primario ascendió a más de 2 billones de pesos, lo que ya se concedió a los acreedores y que tampoco parece conformarlos.