El Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó hoy que el directorio tratará "muy pronto" el caso argentino para aprobar los US$ 5.300 millones pautados tras el visto bueno de la revisión técnica del staff, que tuvo lugar la semana pasada, y según el cumplimiento del programa vigente entre el organismo y la Argentina.
"Esperamos que la reunión de directorio tenga lugar muy pronto, en línea con el ciclo regular de los objetivos del programa del primer trimestre" de 2023, sostuvo esta mañana Julie Kozack, en su primera conferencia de prensa como vocera del FMI.
Kozack fue hasta fines del año pasado jefa de misión del Fondo en el caso argentino.
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La vocero explicó que "típicamente hay un período de tiempo" que se toma el directorio desde la aprobación de la revisión técnica, que en el caso argentino fue el último 13 de marzo, en donde se acordó también la revisión de metas de las reservas para el período 2023.
Kozack ponderó el manejo prudente de la políticas macroeconómicas verificado en la segunda parte de 2022, en pos de "la estabilidad", y destacó "el cumplimiento del programa con cierto margen" sobre las metas previstas para el cierre del cuarto trimestre.
Al ser consultada por la prensa, la funcionaria del Fondo también se refirió al reciente canje de bonos y otras medidas relacionadas con la deuda pública.
"Respecto de las decisiones recientes del Gobierno en relación a la deuda, estamos con conocimiento de esas decisiones y las estamos evaluando de acuerdo a los objetivos de los programas", expresó Kozak.
"En nuestra visión, un manejo prudente de la deuda es necesario para mejorar el funcionamiento del mercado de bonos y el mercado de cambio. Pero debe ser conducido de una manera que no agregue vulnerabilidades en el camino", señaló.
Tras lo cual enfatizó que la Argentina "también debería tener políticas macroeconómicas más estrictas y consistentes".
El 13 de marzo pasado, el Gobierno y el personal técnico del FMI alcanzaron un acuerdo a en torno a la cuarta revisión en el marco del acuerdo de Facilidades Extendidas, que ahora está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del organismo multilateral.
Una vez completada la revisión, Argentina tendrá acceso a alrededor de US$5.300 millones (cerca de DEG 4.000 millones, la moneda del FMI).
"En un contexto económico más desafiante, particularmente la sequía cada vez más severa, se necesitan acciones de política más sólidas para salvaguardar la estabilidad, abordar el aumento de la inflación y los reveses de políticas, así como mantener el ancla del programa", resumió Kozack, sin más detalles, a la espera del pronunciamiento del directorio del organismo.
El Fondo adelantó no obstante, que la Argentina solicitó una modificación en la meta de reservas y que la "mayor parte de esa acomodación se realice a principios de 2023", debido a la fuerte sequía que padece el país que impactará en los ingresos por exportaciones agropecuarias en especial.
"Si bien se espera que políticas macroeconómicas más sólidas y esfuerzos para asegurar mejorar la cobertura de reservas ayuden a revertir las recientes pérdidas de divisas, se solicita una modificación del objetivo de acumulación de reservas internacionales netas para 2023", sostuvo el FMI en el documento difundido al cierre de la cuarta revisión del acuerdo.
El organismo comandado por Kristalina Georgieva consideró que "esto acomodará parcialmente el impacto cada vez más severo de la sequía, al mismo tiempo que tendrá en cuenta los efectos compensatorios de menores precios de importación de energía y las medidas de políticas acordadas".
Desde el Palacio de Hacienda dejaron trascender que la meta de reservas habría disminuido para el 2023 en 2.000 millones de dólares respecto de la pauta original.
Y que incluso podría reducirse en 3.500 millones de dólares la pauta del primer trimestre del año.
En el comunicado posterior al acuerdo, el Fondo dejó ver entre líneas que aceptaría ( como avaló en el segundo semestre de 2022) políticas como el "dolar soja", aunque advirtió que dichas medidas cambiarias deberían dar paso a políticas más sólidas.
"En el futuro, será esencial mantener políticas sólidas y adaptarlas según sea necesario a la evolución de las condiciones externas e internas. Las medidas cambiarias administrativas temporales no deben ser un sustituto de una política macroeconómica sólidas", sostuvo el organismo en ese documento.
Con información de Télam