Los jubilados debieron soportar, en lo que va del año, casi un tercio del total del ajuste que realizó el gobierno de Javier Milei, el cual se se dispone a oficializar, en las próximas horas, el veto a la nueva ley de Movilidad Jubilatoria.
Así lo precisó un informe del CEPA que se conoció en las últimas horas, al cual accedió El Destape. "La política previsional adoptada desde diciembre 2023 ha constado de distintas aristas, todas con carácter regresivo, con la consolidación de la pérdida del poder adquisitivo de los haberes" como resultado, advirtió la presentación.
En ese sentido, enlistó como factores de ajuste de los jubilados a "la aceleración inflacionaria, la licuación de los bonos a las jubilaciones mínimas y el intento de derogar la moratoria previsional y de liquidar los activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES".
El principal período de regresión parra los haberes jubilatorios fue el primer trimestre, ya que, en febrero de 2024, los jubilados cobraron entre un 24,7% y un 29,5% menos que en noviembre 2023, detalló el CEPA, cifra que en marzo se desaceleró a entre 13,7% y 19,2% menos.
Se trata, precisamente, de parte de la caída que no fue compensada por la nueva fórmula de movilidad atada a la inflación que sancionó Milei por decreto en marzo pasado, la cual dejó afuera unos 8 puntos de la caída real del haber mínimo jubilatorio en enero. La nueva ley de Movilidad Jubilatoria que sancionó el Congreso hace diez días establece una recuperación de esos puntos, pero el Gobierno anticipó que la vetará en pos de no afectar el superávit fiscal. Se espera que el veto sea oficializado en las próximas horas.
De este modo, el ajuste a los jubilados siguió más allá del primer trimestre. "El Gobierno no compensó esa pérdida. Al contrario, lo aprovechó para que sean los jubilados quienes sostengan el superávit. Y lo mantuvo más allá del primer trimestre", advirtió el informe de CEPA. En ese marco, precisó que "en el período enero-julio de 2024, el 27,7% del ajuste del gasto del Estado estuvo explicado por la pérdida de poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones".
La presentación también señaló que "la fórmula anterior (derogada por el DNU de Milei), en el tiempo, hubiera sido superadora para los haberes jubilatorios, y se la eliminó intencionalmente antes de que se produjeran las mejoras". Concretamente, en septiembre, de haber continuado la fórmula anterior, la jubilación mínima (sin bono) se ubicaría en $253.225 mientras que con la fórmula de Milei se ubicará en $234.540 (7,4% debajo).
Por otra parte, el CEPA también alertó por el atraso del bono complementario al haber: "Los haberes se incrementaron entre marzo y septiembre 74,3%, la mínima, con bono incluido, sólo aumentó 48,9%. De haberse actualizado en la misma proporción, el bono debiera ser en septiembre de $122.010, es decir, $52.010 más de lo actual".
"En concreto, a contramano de los dichos de Milei, los jubilados no le ganaron a la inflación: las jubilaciones sin bono en el trimestre septiembre-noviembre de 2024 se mantendrán 4,6% por debajo del mismo trimestre de 2023, mientras que las jubilaciones con bono lo harían 13,6% por debajo", concluyó el informe.