En un giro discursivo en pos de mayor unidad, Cristina Kirchner en La Plata jerarquizó algunos de los principales logros de los 12 años de gestión que tuvo con Néstor Kirchner. Entre el incremento del poder adquisitivo y la estatización de compañías estratégicas, la Vicepresidenta apuntó a las jubilaciones. Si bien reconoció que los haberes no se encuentran en el nivel que se desea, reflexionó sobre qué hubiera sucedido de no tomarse la decisión de crear un gran sistema solidario en 2008.
“Si el Estado no hubiera tomado la administración de las jubilaciones, hoy tendríamos a millones de argentinos mayores de 60 años a la intemperie”, analizó la fundadora del Frente de Todos ante 60.000 almas reunidas en el Estadio Único Diego Armando Maradona. Desde aquel momento, los diarios dominantes la fustigaron por una política que integró a los más vulnerables pero a la vez terminó con un negociado de pocos. “¿Rescate o necesidad de hacer caja?” se preguntaban los editorialistas en 2008.
Los números hablan solos. El régimen contributivo entregó 6.635.817 beneficios únicos, entre jubilaciones y pensiones a diciembre de 2021, de acuerdo al Observatorio de la Seguridad Social que elabora periódicamente la ANSES y al que accedió El Destape. La diferencia la marca que por el régimen general ingresaron 2,9 millones de adultos mayores y por el especial 220.000, mientras que las moratorias le cambiaron la vida a más de 3,5 millones de personas.
Esto deja en evidencia que hoy son muchos más los que cobran haberes gracias a la política de abrir el sistema a quienes vivieron en la informalidad laboral que aquellos con empleadores que realizaron los 30 años de aportes. Esa es la cifra que acompaña al pasaje de la vicepresidenta sobre los “millones de argentinos mayores de 60 años a la intemperie”: exactamente 3.514.251 personas.
El 75% de ese universo está conformado por mujeres, muchas de las cuales se encargaron durante décadas de las tareas domésticas, un trabajo no remunerado sobre el que finalmente comienza a ser reconocido como tal. La media de edad, 74, deja a las claras que muchas en 2008 ya contaban con la edad jubilatoria de los 60 años. El 91% de ellas cobra la mínima, de acuerdo a la información oficial.
Las AFJP beneficiaban a unos pocos: sus dueños y ejecutivos, que timbeaban los aportes en la bolsa a cambio de jugosas utilidades que se quedaban para sus bolsillos, mientras que les asignaban magros retornos a los trabajadores. La capitalización individual le otorgaba una renta mayor a quien más pudiera aportar en su período activo, mientras que excluía del sistema a las familias vulnerables que luchan por llegar a fin de mes. Por lo tanto, de no haber Cristina Kirchner estatizado los fondos de pensión en 2008 con Amado Boudou en las ANSES, hoy habría más de 3,5 millones de adultos con 74 años en promedio que tendrían que salir a buscar alguna forma de ingreso para poder comer.
Este negociado fue impuesto por Domingo Cavallo en los 90 como parte de las medidas neoliberales que crearon un capitalismo de amigos difícil de terminar de derribar. Desfinanciar y demonizar al Estado fue la premisa utilizada durante esa década. De eso se trató también el gobierno de Mauricio Macri, que no por casualidad destruyó la mitad del patrimonio del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Emilio Basavilbaso fue el designado por Cambiemos para desangrar a la ANSES por nada menos que US$ 30.000 millones en cuatro años. Si un director le hiciera perder menos del 1% a un banco sería despedido de inmediato; en cambio, Basavilbaso fue confirmado en su cargo.
Reconstruir una economía integradora tras las crisis neoliberales presenta obstáculos para que las jubilaciones puedan recuperar su capacidad adquisitiva a una velocidad mayor. Este punto no fue omitido tampoco por la Vicepresidenta en La Plata. La parte del FGS es atendida, al punto de que la ANSES que conduce Fernanda Raverta ya pudo recuperar más de la mitad, pero le queda un largo camino por delante.
La evasión impositiva también perjudica los recursos del Estado, por lo que la AFIP de Carlos Castagneto les puso énfasis a los operativos de control a grandes contribuyentes, con Mara Ruiz Malec encargada de la Seguridad Social.
Si bien la moratoria fue una realidad, Macri eliminó su renovación y obligó a cambio a que las personas accedan al 80% de un haber mínimo en pensiones que denominó PUAM. En el Congreso Mariano Recalde y Anabel Fernández Sagasti presentaron un proyecto que le va a permitir a cerca de 800.000 personas acceder a su jubilación durante 2023. La medida ya tiene media sanción en el Senado, pero se complicó su paso por Diputados dada la oposición de Juntos por el Cambio.
Un consenso económico
La Vicepresidenta consideró necesario a que a un nuevo acuerdo democrático “le suceda un consenso económico donde abordemos los graves problemas del país”. Utilizó como uno de los ejemplos a Aerolíneas Argentinas, a la que algunos buscan volver a poner en manos de privados. Por eso recordó el escenario de la compañía mientras estuvo privatizada y cómo lo recibieron cuando decidieron recuperarla.
La entrega de la aerolínea de bandera a Marsans en abril de 1990 culminó con un vaciamiento del patrimonio de los argentinos, ya que cuando Néstor Kirchner llegó a la presidencia contaba con sólo 26 aeronaves y el Estado le abonaba el salario a los trabajadores. La actual gestión de Pablo Ceriani redujo el déficit a US$ 389 millones, del que ahora Macri se queja. Sin embargo, la cifra alcanzaba los US$ 1.176 millones al comienzo del milenio, rememoró la vice mandataria.
El debate de las privatizaciones que reflotó Juntos por el Cambio también había sido aludido por Axel Kicillof en la misma semana, pero unos días antes. “La discusión es si apostamos a un Estado que incluye y está al servicio de las mayorías populares, o a la derecha que viene a privatizar y ajustar”, resaltó el gobernador de la provincia de Buenos Aires el martes, en una mateada con vecinos de General Pinto junto al intendente Alfredo Zavatarelli. “La disyuntiva es si queremos a la derecha o si queremos el derecho de nuestro pueblo a un futuro mejor”, había concluido.
Una ponderación similar a la de AA realizó la Vicepresidenta con YPF, ya que gracias a su nacionalización en 2012 Argentina se encamina a la autonomía energética. “Sin YPF no sería Vaca Muerta, sería una vaca viva” metaforizó Cristina Kirchner al resaltar el rol imprescindible de la petrolera 51% estatal para los primeros pasos de uno de los reservorios de gas y petróleo no convencional más grandes del mundo.
Este puntapié inicial fue seguido por otras compañías que ahora también invierten miles de millones anuales, tras lo que se comenzó a construir el gasoducto Néstor Kirchner. Este miércoles se concretó la primera soldadura de caños en la localidad bonaerese de Salliqueló, donde concluirá el ducto que se inicia en Neuquén y atraviesa también las provincias Río Negro y La Pampa. Este proyecto, a cargo de la empresa pública Energía Argentina, permitirá ahorrar más de US$ 2.900 millones al año entre sustitución de importación de combustibles y reducción de subsidios, aumentará la disponibilidad de gas a precios competitivos para la industria, los comercios y los hogares y generará 10.000 puestos de trabajo directos.