Luego de una extensa jornada de debate, con votos positivos y negativos, la Cámara de Diputados sancionó la ley que pondrá en práctica la nueva fórmula de movilidad jubilatoria. Bajo un esquema trimestral, en marzo los jubilados ya verán sus haberes actualizados ya bajo el cálculo que replica el modelo aplicado entre 2009 y 2017. Tras 11 horas de sesión, el oficialismo consiguió la sanción definitiva con 132 votos a favor, en tanto que fueron 119 los negativos.
Qué propone la nueva ley de movilidad jubilatoria
La iniciativa prevé que en la actualización de las remuneraciones del sector pasivo se aplique un índice combinado entre un 50 por ciento a la evolución de los salarios, medidos por el índice RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables) en función de los trabajadores formales registrados por el Ministerio de Trabajo, y otro 50 por ciento de la recaudación tributaria de Anses.
La iniciativa fue enviada al Congreso por el Poder Ejecutivo y, a sugerencia del Frente de Todos, en el transcurso legislativo se le hicieron algunos cambios sustanciales para que, entre otros aspectos, los aumentos previsionales sean trimestrales, con lo cual habrá cuatro incrementos por año. En el proyecto original, los cambios en la fórmula de movilidad se iban a producir cada seis meses.
La decisión se tomó para "empalmar" los meses de "enero, febrero y marzo", que estaban "afuera" de la actualización, ya que la fórmula del anterior gobierno de Mauricio Macri se aprobó en diciembre de 2017, pero empezó a regir en marzo de 2018. Ese desfasaje no fue pagado a los jubilados, algo que quiso evitarse en esta oportunidad.
Asimismo, establece que el incremento semestral no podrá ser superior al incremento de los recursos de la ANSES, multiplicado por 1,03 (es decir, hasta un 3% por encima del incremento de dichos recursos). "En este aspecto, lo importante es lograr la sustentabilidad a largo plazo del sistema, en el marco de una trayectoria fiscal que permita ganar espacio de política para ir generando más y mejores políticas redistributivas", señalaron desde el Gobierno.
El oficialismo informó que "se recupera el tope a los aumentos anuales, que no podrán ser superiores al crecimiento de los recursos totales de Anses. Este tope estuvo vigente entre 2009 y 2017 y es clave para garantizar la sustentabilidad del sistema de seguridad social, evitando que los gastos crezcan sistemáticamente más que los recursos y el déficit previsional crezca sin control (como sucedió entre 2016 y 2019)". Esta condición de sustentabilidad había sido eliminada con la reforma del 2017.
Además, se incorpora una cláusula de "legislación constante'" que establece que los cambios en la política tributaria o en las condiciones de acceso a los beneficios no tendrán efecto en la movilidad.
Cómo fue el camino de la ley
A mediados de junio, el Gobierno decidió extender hasta el 31 de diciembre de este año la suspensión de la movilidad jubilatoria, lo que implicó que en septiembre y diciembre los incrementos de los haberes de la seguridad social se realizaron por decreto, como ya había ocurrido en dos oportunidades durante el año.
Originalmente, el Gobierno tenía pensado elaborar una nueva fórmula de movilidad para el segundo semestre de este año, pero la pandemia de coronavirus trastocó los tiempos y obligó a replantearlo. Según la ley de Emergencia Social, la comisión conformada para elaborar el nuevo cálculo tenía hasta el 31 de junio para presentar una nueva alternativa.
Sin embargo, el Gobierno hizo hincapié en que la inestabilidad macroeconómica impide elaborar un índice que contemple variables a tener en cuenta en el largo plazo. Durante el segundo trimestre del año -producto de la pandemia- los indicadores de referencia sufrieron grandes distorsiones (recaudación, salarios, inflación, entre otros).
Aumentos por decreto
A fines de noviembre, el Gobierno anunció un aumento del 5%, el cual rigió a partir de diciembre. Se trató del cuarto incremento que el Poder Ejecutivo aplicó por decreto en lo que va del año.
El jefe de gabinete, Santiago Cafiero, y la titular de la Anses, Fernanda Raverta, fueron los encargados de informar la última actualización, que elevó el haber mínimo a $ 19.035. Asimismo, también se vieron alcanzadas por esta suba las Pensiones No Contributivas, la Asignación Universal por Hijo, la Asignación Universal por Embarazo y las asignaciones familiares. Pero vayamos en retrospectiva.
En diciembre de 2019 y enero de este año se pagaron dos bonos de $ 5.000. Ya en marzo, las jubilaciones recibieron un aumento fijo del 2,3% más un bono de $ 1.500, mientras que en abril hubo otro bono de $ 3.000. Luego, en junio, se decretó una actualización del 6,12% para todas las jubilaciones, mientras que en septiembre fue del 7,5%.
De esta manera, la jubilación mínima acumuló un incremento del 35,5% en todo el año. Desde Anses estiman que el 78% de los beneficiarios totales del organismo vieron incrementar sus ingresos bajo esta cifra.