El representante ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), Sergio Chodos, sostuvo hoy que el debate parlamentario sobre el acuerdo con el organismo es "un hecho inédito" pero "necesario", y subrayó que "los 22 programas anteriores fueron cerrados a espaldas del Congreso".
"Mi percepción es que hay un debate y un consenso social necesario, y, al final del día, se va generar la visión social de que el acuerdo es lo más positivo para el país", afirmó Chodos a la radio Urbana Play, y además destacó que "es un hecho inédito que el acuerdo pase por el Congreso cuando los 22 programas anteriores fueron cerrados a espaldas del Congreso".
Por su parte, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz aseguró que el acuerdo marca un precedente en materia de reestructuración de deudas porque el FMI, a diferencia de anteriores oportunidades, no insistió con su argumento de austeridad.
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El FMI no insistió, como suele hacer, en la austeridad. En cambio, el acuerdo brinda a la Argentina espacio para continuar con su recuperación económica, precisó Stiglitz en un artículo para la revista Foreign Policy.
Para el Nobel de Economía "el acuerdo argentino les da la esperanza (a otros países endeudados) de que pueden recurrir al FMI sin que el Fondo imponga una austeridad perjudicial y otras condiciones contraproducentes. Esperemos que ese sea el caso.
En tanto, Chodos afirmó que "la Argentina sigue la pelea sobre las sobretasas (que cobra el Fondo) y la va a seguir dando, y opinó que no tiene ningún tipo de justificación" que el país deba pagarlas.
Para el principal negociador de la deuda con el FMI, las sobretasas no corresponden a "una decisión política de cada gobierno, sino a una definición global del FMI", y consideró que se trata de "una pelea" que "vamos a seguir dando, vamos a seguir generando conciencia y hay un montón de países que se van arrimando".
El organismo cobra una tasa de 200 puntos básicos, o 2 puntos porcentuales, sobre los préstamos pendientes de pago que superen el 187,5% de la cuota de un país.
En cuanto a las revisiones de las cuentas públicas que el FMI realizará trimestralmente, aclaró que esas auditorías "no serán sobre la economía argentina sino sobre lo que te comprometés a hacer".
"Son los pasos previos a cada uno de los desembolsos, van a estar mirando los indicadores más importantes. Es común en los países que tienen un programa con el Fondo vigente", indicó Chodos.
En este sentido, añadió que. "si uno firma en cinco minutos a tontas y a locas, cada revisión es un parto" y sostuvo que "dentro de este marco, es clave tener revisiones relativamente cómodas y confortables sobre cuestiones estables".
"A mí tampoco me parece que un acuerdo con el FMI sea algo para festejar, es una tragedia. El mejor acuerdo es genial tenerlo y sería mejor no tenerlo para no tener que intentarlos, y sería genial que no estén las revisiones trimestrales, y que la Argentina no tenga esta exposición; pero ocurrió", reflexionó el funcionario.
Chodos también admitió que la Argentina "está peleando para ser beneficiaria de los fondos que destinará el FMI para para ayudar a los países a mejorar la resiliencia y la sostenibilidad".
Un nuevo fondo fiduciario de US$ 50.000 millones podría ayudar a países de ingreso bajo y a países de ingreso mediano vulnerables a desarrollar mayor resiliencia a los shocks de la balanza de pagos y garantizar una recuperación sostenible.
Por su lado, Stiglitz destacó que para llegar al acuerdo con el Fondo el gobierno de la Argentina, con sus economistas bien preparados, insistió en que la austeridad es contractiva, algo que debería parecer obvio para cualquiera que haya tomado un curso elemental de macroeconomía".
Al respecto, recordó que "en el mundo al revés en el que vivimos, hay una escuela de pensamiento que argumenta que las políticas contractivas pueden ser expansivas.
Con información de Télam