El presidente Javier Milei anunció el jueves que el economista Demian Reidel estará al frente del Consejo Económico del Gobierno. El Consejo lo conformará un grupo de economistas, "con la idea de pensar fuera de la caja", según detallaron oficialmente. Fue vicepresidente del Banco Central, durante la gestión de Mauricio Macri, cuando la autoridad monetaria estuvo a cargo de Federico Sturzenegger.
Entre los miembros del Consejo también estará Ramiro Marra, que acaba de ser desplazado como jefe de bloque de La Libertad Avanza en la Legislatura porteña. Reidel, economista y físico de 54 años, cuando se estaban definiendo los puestos claves del gobierno de La Libertad Avanza, se especulaba con su desembarco en el el Banco Central.
Estuvo a cargo de Investigación de Mercados Emergentes en Goldman Sachs en Nueva York y Londres, y desempeñó funciones similares en JP Morgan. Además, fue profesor en la Universidad Di Tella como experto en valuación de activos. Detenta un doctorado en economía de la Universidad de Harvard, con especialización en Economía internacional y Finanzas y cuenta con una maestría en Matemáticas Financieras de la Universidad de Chicago.
Comenzó su carrera en el sector financiero en el área de investigación sobre mercados emergentes en el banco JP Morgan y luego estuvo a cargo del área de estrategia de deuda externa en mercados emergentes en Goldman Sachs.
Es cofundador del fondo de cobertura QFR Capital Management y se desempeña como profesor de posgrados en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). En 2019 fue nombrado investigador senior del Centro Mossavar-Rahmani de Negocios y Gobierno en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.
El hombre que fue llamado en 2016 por Sturzenegger --entonces titular el BCRA--, para ocupar la vicepresidencia segunda de esa entidad, comentó en la entrevista mencionada que el ajuste es inevitable y que lo importante es si sucede por las buenas o por las malas.
En ese gestión, tuvo un fuerte protagonismo en la implementación del esquema de flotación libre del tipo de cambio, a través del cual se eliminaron todas las normas para comprar y vender dólares. También fue uno de los impulsores del esquema de metas de inflación, que preveía llegar al final del gobierno de Cambiemos, en 2019, con una inflación del 5%, un objetivo que obviamente estuvo lejos de ser cumplido.