La política de shock que aplicó Javier Milei está rindiendo sus frutos: la recesión de estos últimos sesenta días, a partir de los ajustes fiscal y monetario, tuvo mucha más profundidad en comparación con la de los dos primeros meses de gobierno de Mauricio Macri.
Si Macri aplicó durante sus primeros años de gobierno un ajuste gradualista que terminó en crisis, Milei pretendió desde el primer momento diferenciarse para pasar la "motosierra", que él mismo denominó "plan híper ortodoxo con fuerte ajuste fiscal". La idea, en su teoría, es corregir fuertemente las variables en los primeros meses de gobierno, mientras todavía dure la "luna de miel", para gozar de estabilidad en los años siguientes.
A juzgar por los números duros, la intención de Milei de distanciarse del ajuste de Macri está siendo cumplida al pie de la letra. Esto se ve, en primer lugar, en el plano monetario, ya que la emisión fue mucho menor ahora a comparación con la que hubo ocho años atrás, especialmente cuando se la contrasta con la inflación.
Según un informe elaborado por IERAL, la expansión de la base monetaria (dinero en manos del público más los depósitos bancarios) fue de solamente un 3,0% en estos dos meses contra una inflación del 51,4%, es decir, 48,4 puntos menor. A comparación, en los primeros dos meses de gobierno de Macri la base monetaria se había contraído en términos nominales un 9,5%, pero frente a una suba de precios del 8,2%, por lo que la variación de la base monetaria fue "solo" 17,7 puntos menor a la inflación, tres veces menos que con Milei.
En otras palabras, el gobierno de La Libertad Avanza está implementando una absorción y licuación de los pesos mucho más aceleradamente que el gobierno de Cambiemos, sumando para ello también otros instrumentos como el Bopreal. Lo cierto es que, al reducir la base monetaria en términos relativos, Milei se acerca más rápidamente a su objetivo político de dolarizar el país.
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Puesto en números de IERAL, el gobierno actual logró comprar dólares, en sus primeros dos meses, por un 48,5% de la base monetaria existente al 9 de diciembre de 2023. Al contrario, en el mismo período Macri había tenido que vender dólares en términos netos por un 0,7% de la base monetaria (existente al 9 de diciembre de 2015).
Claro que la contraparte de esta acumulación fue una devaluación mucho mayor. La de Macri fue, inicialmente y a solo una semana de asumir, del 30%. La de Milei y Luis Caputo, por otro lado, fue del 54%, poco menos que el doble (equivalente a un salto en el tipo de cambio del 118%).
La otra diferencia es que Macri, amparado en una cantidad significativa de reservas internacionales del Banco Central que había dejado la administración kirchnerista (26.000 millones de dólares), pudo abrir el cepo cambiario inmediatamente. Al contrario, buena parte de la acumulación de reservas que pudo lograr la entidad monetaria en estos dos meses de gobierno de Milei se basó en el mantenimiento del cepo importador, dado que el nivel de reservas todavía se encuentra en valores negativos.
La recesión de Milei versus la recesión de Macri
Producto de estos lineamientos, dirigidos a lograr la meta de déficit cero en lugar de continuar financiándolo con emisión, es que la recesión de Milei es a su vez mucho más profunda que la de los primeros meses de gobierno de Macri.
El informe de IERAL comparó cinco indicadores típicos de actividad y, mientras que obviamente todos reportan números negativos, las cifras son mucho peores en enero de 2024 respecto a los de enero de 2016 en cuatro de ellos.
En este sentido, y siempre en cifras interanuales, el despacho de cemento cayó un 20,7% en enero de este año contra "solo" un 8,7% de caída en enero de 2016. El Índice Construya (que también mide la actividad de la construcción) cayó un 28,2% versus un 3,2% en enero de 2016. El Índice de Ventas Minoristas se derrumbó en enero pasado un 28,5% versus un 2,3% en enero de 2016. Y la recaudación del impuesto al cheque se desplomó un 15,7% este año contra una suba positiva del 2,4% en enero de 2016.
Es decir, en el segundo mes de gobierno de Milei estos cuatro indicadores mostraron caídas entre 2,3 y 12,5 veces más profundas que en el segundo mes de gobierno de Macri. Solamente la producción automotriz cayó menos en enero de 2024 (un 16,7%) que en enero de 2016 (un 29,5%). Sin embargo, las concesionarias no tiene mucho por lo que estar tranquilas: igualmente el patentamiento de vehículos cayó ese mismo mes un 32,7%.
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