Los datos que expuso el presidente Javier Milei en su cadena nacional de lunes por la noche en materia de inflación, superávit y pobreza fueron calcados de un discurso de hace casi medio siglo de José Martínez de Hoz, el ministro de Economía de la última dictadura militar. El dato más saliente fue utilizar el supuesto dato de inflación minorista de 54 por ciento mensual, que elevaría –no sabemos qué cálculos utiliza para extrapolarlo—a un 17.000 por ciento anual. “Cuánta pereza intelectual, 47 años de diferencia y el mismo cuento”, critica la doctora en Economía Julia Strada desde su cuenta de X (ex Twitter).
La economista remarcó que “el residente no puede explicar es que las consultoras del REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) de inicios de diciembre 2023, que preveían 17,1 por ciento de inflación ese mes”. “Los datos de Milei están deliberadamente inflados. Poco serio”, señala.
En su alocución, el mandatario aseguró que asumió el Gobierno con la inflación de 7600 por ciento anual, con un sobrante monetario y un Banco Central quebrado que hubiese llevado la inflación al 15,000 por ciento anual. Esto significa que asumimos el gobierno con un sobrante monetario peor al del Rodrigazo, una destrucción del balance del Banco Central peor que la hiperinflación del 89 e indicadores sociales peores a los de las crisis del año 2001, lo cual significa que nos enfrentábamos a la peor crisis de la historia de nuestro país”, argumentó el líder libertario.
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“Sin embargo, el REM del BCRA publicado en los primeros días de diciembre 2023, indicaba que ‘el mercado (relevado en ese informe) estimaba una inflación de 17,1´por ciento (mediana). Sólo Milei calculaba 15.000 por ciento anual”, contesta Strada.
En su discurso, Martínez de Hoz decía lo mismo: “Recibimos un muy alto nivel de inflación, de 920 anual para los 12 meses anteriores, rayando la hiperinflación. Sólo en marzo de 1976, el índice de mayorista había llegado al 54 por ciento, lo cual anualizado implica un nivel de 17.000 por ciento”.
El Presidente se vanaglorió también de haber alcanzado un superávit financiero del sector público nacional en marzo demás de 275.000 millones de pesos, “logrando de esta manera y luego de más de casi 20 años, superávit financiero de 0,2 por ciento del PBI durante el primer trimestre del año”.
En su hilo de post, la economista Strada detalló que ese superávit del primer trimestre se explicó por compromisos que escondieron “bajo la alfombra”. “Dejaron de pagar a CAMMESA e interrumpieron así la cadena de pagos del sistema eléctrico”, ejemplificó. “Si bien se re-introdujo el capítulo fiscal en el Congreso, no se abordaron las exenciones tributarias, entre ellas: IVA reducido a prepagas, regímenes superpuestos de detracciones de contribuciones.