Modelo Milei: destrucción del mercado interno y fuerte suba de la conflictividad laboral

Según el Indec, la inversión privada se derrumbó durante el segundo trimestre del año un 29%. El resultado se explica por la caída de la actividad en la construcción y la industria manufacturera. 

18 de septiembre, 2024 | 20.13

Los datos sobre la evolución del producto interno bruto al segundo trimestre del año confirman que la Administración de Javier Milei impulsa una reprimarización de la economía: se derrumbaron las actividades vinculadas al mercado interno, situación que no pudo ser compensada por el avance del agro, la minería e hidrocarburos. En el segundo trimestre, la caída del PIB fue del 1,7%. En el desagregado trimestral, el consumo privado descendió un 4,1%, el consumo público cayó 1,1%. La formación bruta de capital fijo, es decir la inversión privada, registró una merma interanual de 29%. 

Estos resultados tuvieron su correlato en la conflictividad laboral. De acuerdo al índice que elabora la Universidad Nacional Torcuato Di Tella, los conflictos sindicales y sociales en los sectores de la construcción, la industria, el transporte y el comercio pegaron un salto exponencial del 144,8% durante el primer semestre de 2024 comparado con el mismo período del año pasado. Una olla de presión (latente de agravarse) gestionada por la parsimonia y el dialoguismo de la cúpula de la CGT.

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Los datos

En el acumulado del primer semestre de 2024, el PIB registró una caída de 3,4%. Uno de los datos relevantes que surgen del informe difundido por el Indec tiene que ver con el comportamiento de la inversión privada (la formación bruta de capital fijo). En la comparación interanual, la inversión registró una caída de 29,4%.

“Este descenso se explica por la caída de 30,7% de la inversión en construcciones, el descenso de 3,3% de otras construcciones, la disminución de 30,2% en maquinaria y equipo y la caída de 39,6% en equipo de transporte. Dentro de maquinaria y equipo, el componente nacional descendió un 29,4% y el componente importado cayó un 30,7%. En equipo de transporte, el componente nacional descendió 41,6% y el importado tuvo una disminución de 30,9%”, explicó el Indec en su último informe sobre la evolución del Producto Interno Bruto.

En el desagregado por actividad, se destacaron los descensos en construcción (-22,2% interanual), Industria manufacturera (-17,4%) y las actividades de Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-15,7%). 

La reprimarización de la economía avanza al calor de la motosierra de la casta mileista y su programa de inanición económica con disciplinamiento social. En contraposición a las caídas de las ramas vinculadas al mercado interno, el agro mostró un crecimiento de 81%, explicado en parte por la baja base de comparación del 2023, el año de la sequía que recortó el 50% de la cosecha de soja. La actividad minera e hidrocarburos avanzaron un 6,6% durante el segundo trimestre del año. 

¿Quién no la ve? 

La destrucción de los puestos de trabajo como consecuencia del programa económico de Milei, sustentado también por el mismo sector privado que ve afectados sus resultados por la recesión, ocurrió a cuenta gotas de frente a una CGT abocada en cerrar una “reforma laboral dialoguista” con el Gobierno nacional. Sin embargo, la conflictividad dentro de las empresas afectadas por la caída de la actividad existe. 

La Universidad Nacional Torcuato Di Tella elabora un índice de conflictividad laboral en base a cuatro grandes sectores que concentran el 57% del empleo: transporte terrestre, construcción, industrias manufactureras y comercio incluyendo hoteles y restaurantes. 

“El segundo trimestre de 2024 confirma el cambio de tendencia en la incidencia de la conflictividad laboral observado durante el primer trimestre de este año respecto al período diciembre 2019-noviembre 2023, caracterizado por un relativo bajo nivel del ICL. Al considerar todo el primer semestre del año 2024, el aumento del ICL en promedio es un 144,8% mayor que en el primer semestre de 2023”, puede leerse en el trabajo de la UNTDT.

Dentro otro arco académico, el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP -UBA y Conicet) detectó un alza de los despidos sin causa durante los primeros siete meses de la gestión de La Libertad Avanza, otro dato que abona al contexto de conflictividad social creado de manera directa por el Poder Ejecutivo. Conflictividad laboral, despidos sin causa y aumento del desempleo. ¿La CGT la ve?

“El porcentaje de terminación de la relación laboral asociado a los despidos sin causa pasaron de representar 10% en julio de 2023 a 13% un año después. Por otro lado, si bien la tasa de suspensiones en julio (0,8%) fue algo inferior al registro de junio (1%), sigue siendo significativamente más elevada que la observada en julio de 2023 (0,3%)”, puede leerse en el informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (UBA y el Conicet).

Expectativas negras

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPIM) registró un alza mensual de 6,9% durante julio. Sin embargo, el aparente dato positivo festejado por la casta mileista no levanta las expectativas de los empresarios. 

El presente signado por la recesión se combina, a su vez, con expectativas negativas respecto al devenir de los próximos meses. Las perspectivas del sector industrial manufacturero, sobre la demanda interna, continúan con una mirada pesimista para el corto plazo en donde la mayoría de los encuestados por el Indec (47,2%) considera que la actividad caerá entre los meses de agosto a octubre”, destacó el último informe de coyuntura de la consultora Vectorial. 

Dichas apreciaciones tienen un impacto directo sobre las previsiones del empleo. A pesar del dato mensual, “las expectativas en torno a la dotación del personal continúan fuertemente deprimidas, incluso entre los que revelan optimismo respecto a la recuperación de la demanda interna”, destacaron desde Vectorial. 

Según la encuesta cualitativa que elabora el organismo oficial, “existe una menor cantidad de quienes creen que el empleo será mayor en los próximos meses (sólo un 4,5% contra un 13,8% que consideran que la demanda aumentará)”

Se destaca también que el 74,9% de los encuestados cree que no habrá cambio en su dotación de empleados frente a un 20,6% que considera que el empleo disminuirá.