El gobierno de Javier Milei festejó haber vuelto a alcanzar el superávit fiscal en abril, cerrando, según las cifras oficiales, cuatro meses al hilo con resultados positivos. Sin embargo, la contracara de esto fue un nuevo ajuste del gasto sobre las jubilaciones, las universidades, las provincias y los planes sociales, entre otros puntos clave.
"En abril el Sector Público Nacional registró superávit financiero por cuarto mes consecutivo por $17.409 millones. El superávit financiero acumulado en el año representa 0,2 del PIB", celebró el ministro de Economía, Luis Caputo, en sus redes sociales. Se trató de un adelanto de las cifras oficiales que se conocerán formalmente este lunes.
Economía destacó que fue la primera vez desde 2008 que se alcanzan cuatro meses consecutivos de superávit financiero. En abril, el propio Milei había salido a hablar en cadena nacional para resaltar el superávit fiscal alcanzado de enero a marzo, tanto mes por mes como en el trimestre tomado de manera global. Aun así, el resultado positivo de abril puede sorprender porque, en verdad, en marzo hubo déficit tanto primario como financiero (que incluye además los intereses de la deuda) si se toma el gasto devengado, y no el resultado en base caja difundido por el Palacio de Hacienda.
De hecho, al tomar el gasto devengado (que incluye deuda exigible), enero tuvo superávit tanto primario como financiero, febrero tuvo superávit primaro pero déficit financiero y marzo tuvo déficit en ambos registros. Pero, aunque hubiera sido esperable que en abril se profundizara el resultado negativo, en verdad la tendencia se revirtió. Así lo mostraron los resultados superavitarios a nivel primario y financiero reflejados en las mediciones de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) y de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), que sí toman el gasto devengado.
En verdad, Caputo no logró alcanzar el superávit mediante un fuerte aumento de los ingresos. Al contrario, estos cayeron un 2,9% real en la comparación interanual. Sobre todo, arrastrados por la caída de la actividad, ya que los dos ingresos de más volumen, el IVA y las contribuciones a la seguridad social cayeron un 4,6% y un 18% interanual respectivamente según la ASAP, denotando una fuerte baja del consumo y salarios.
Cómo fue el ajuste de Caputo para lograr el superávit fiscal en abril
Por lo tanto, Milei y Caputo lograron obtener un resultado positivo en abril disminuyendo fuertemente el gasto, que cayó un 24,8% interanual en términos reales, según ASAP.
Por su volumen e incidencia en el total, el ajuste más fuerte se vio en las jubilaciones, ya que el gasto en prestaciones a la seguridad social se derrumbó un 22,7% interanual en términos reales. Aunque la baja real de marzo había sido todavía mayor, esta cifra negativa muestra que el cambio en la fórmula de movilidad y la recomposición extra (del 12,5%) otorgada por el Gobierno no sirvieron para revertir el ajuste a los jubilados en términos absolutos.
Como no podía ser de otra forma, el fuerte ajuste del gasto se comprobó también en las partidas dadas a las universidades, las cuales cayeron un 20,6% real en el mes, mostró ASAP, pese al aumento de las partidas en un 140% entre abril y mayo, solo para gastos de funcionamiento. Otro ítem clave que se derrumbó fue el de la obra pública, paralizada desde diciembre. Así, el gasto de la Secretaría de Obras Públicas se desplomó en un 97,1% real en términos interanuales, mientras que el de la Dirección Nacional de Vialidad lo hizo en un 87,8%, según las cifras de la OPC.
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En paralelo, las transferencias a las provincias siguieron cayendo, un 86% tomando las corrientes y un 96% tomando las de capital, en lo que revela que el conflicto con los gobernadores, de los que el Gobierno quiere obtener el compromiso de apoyo a la Ley Bases y al Pacto de Mayo, está lejos de resolverse.También dentro de los gastos de capital, el gasto en inversión de la Secretaría de Educación cayó un 98,7% interanual real por "la falta de ejecución en la adquisición de computadoras en el marco del programa Conectar Igualdad", advirtió asimismo la OPC.
En este mismo plano, otro dato que sobresale es el del ajuste en programas sociales, ya que, además del ya asumido achicamiento en el Potenciar Trabajo (de un 55% real interanual en el mes), el Gobierno ajustó también el gasto en la Tarjeta Alimentar por un 10% interanual. Así, moderó parcialmente el aumento del gasto real en la AUH, arrojando dudas sobre uno de los pilares discursivos oficiales para aducir que el ajuste no lo están pagando los sectores vulnerables. Del mismo modo, la OPC mostró que el gasto en políticas alimentarias para comedores y merenderos bajó un 46,7% real.
Por último, también hubo grandes ajustes en los subsidios. Los de la energía, según la OPC, cayeron un 40,6% real respecto a abril de 2023, en donde puede diferenciarse entre lo destinado a ENARSA para la compra de gas importado (cayeron un 57,9%) y lo destinado a CAMMESA para la generación eléctrica (cayeron un 23%). Así, se reflejó la suba de tarifas en ambos rubros, aunque también la acumulación de deuda con las mayoristas eléctricas, ya que esa suba tarifaria fue solo parcial.
Al mismo tiempo, los subsidios al transporte cayeron un 36% interanual, pero en este caso sin aplicar ninguna suba tarifaria en los colectivos del AMBA, que suponen el grueso de este gasto, evidenciando la crisis de este sector que llevó al conflicto con el gremio de la UTA y a paros esporádicos durante el mes.