La sociedad Macri–Milei avanza a los tumbos con la definición del próximo ministro de Economía y presidente del Banco Central, una puja política discernida sobre arenas movedizas que ya se comió a varios referentes del espacio de La Libertad Avanza y el macrismo. Pero dentro del maremágnum de nombres y proyectos, aparece una invariable, uno de los ejes centrales de la nueva administración: el feroz ajuste del gasto público que impactará no solo en las cuentas nacionales sino en cada una de las provincias y sus habitantes. La nueva sociedad gobernante no posee escrúpulos. Ya avisó que su programa implicará miles y miles de despidos en todo el territorio. Y lo festejan, incluso, con el anhelo de una posible represión en las calles.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) calculó el monto y alcances del ajuste prometido por los libertarios, en caso de eliminar la obra pública, la inversión real directa del Estado en las provincias, las transferencias hacia las jurisdicciones y la eliminación o venta de algunas empresas públicas. En un reciente informe, le insinuaron a Milei (el Instituto y la derecha ortodoxa libertaria comparten el programa fiscalista) que el recorte debería llegar al 25% del gasto primario, en términos reales. Esto implicaría, según el análisis del Instituto que dirige Nadín Argañaraz, llevar el la inversión pública a los niveles del 2007, cuando todavía no existía ni la AUH, ni las Becas Progresar, ni satélites, y las jubilaciones permanecían bajo las fauces de las AFJP, tal como quieren implementar nuevamente los libertarios.
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Estos recortes ya se aplicaron durante la alianza Cambiemos. Las provincias de la Patagonia sufrieron ajustes en las transferencias del Estado Nacional, recortes en la inversión, incluso la eliminación de la obra pública en Santa Cruz. Algunas jurisdicciones, como Tierra del Fuego, Chubut, Río Negro, y Neuquén tuvieron que endeudarse en dólares. El resultado: un fenomenal aumento de la pobreza entre 201 y 2018, según lo consignado por el Indec. La sociedad Macri–Milei llegó para profundizar el plan de miseria planificada.
El ajuste libertario
Según los cálculos realizados por el Iaraf, el déficit fiscal del 2023 cerraría cerca del 2,8% del PBI, a pesar de haber reducido el gasto primario (la inversión pública) en torno al 4% en términos reales. Con este resultado, el gasto público será, al finalizar la era Frente de Todos, del 19,9 por ciento del PBI, cuando en 2020, el año pandémico había sido del 24%. Luego fue reduciéndose año tras año en línea con las exigencias del FMI.
Este 19,9% del gasto primario sobre el PBI sería la base de partida para Milei. Pero no es solo una cuestión de números. Detrás de cada guarismo, o mejor dicho, por delante de cada cifra habitan en cada jurisdicción familias, niños y niñas, estudiantes, trabajadores y trabajadores, algunos bajo relación de dependencia y otros informales. Probablemente, a todos les cueste llegar con sus ingresos a fin de mes.
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En su primer discurso tras el resultado del balotaje, Milei ratificó que no habrá gradualismo. Macri opina lo mismo. El ajuste sería el principal -¿y único?- punto consensuado hasta el momento. El objetivo: que el gasto primario se reduzca al 15% del PBI, el mismo nivel que tenía en 2007.
Rubro por Rubro
Por lo enunciado desde La Libertad Avanza, el ajuste se aplicaría a partir de la eliminación de la obra pública, el fin de las transferencias no automáticas hacia las provincias y posiblemente la eliminación de los subsidios a la energía. También, recortes en las empresas públicas.
De acuerdo a los cálculos del Iaraf, la magnitud del plan Milei, con especial incidencia en las provincias, sería el siguiente.
*Las provincias dejarían de recibir 2,7 billones de pesos por transferencias no automáticas. Esta suma representaría una reducción real del gasto primario del 5,7%.
*Con la eliminación de la inversión real directa, se reduciría el gasto en otro 12%. Las provincias serían las afectadas.
* Con la posible eliminación de los subsidios energéticos, el ajuste cubriría el 80% de los recursos necesarios.
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Sumados estos tres ítems (que incluye la eliminación de la obra pública) el gasto primario tendría que descender un 20,5% en términos reales. Pero para el Iaraf, debería ser más profundo. Si el objetivo es reducir el gasto al 15% del PBI, una caída de 4 puntos porcentuales, la tijera o motosierra debería llegar al 25% del gasto en términos reales.
Los libertarios y macristas solo ven números sobre un asiento contable. Pero el daño planificado repercutirá de lleno en la vida cotidiana de miles y miles de personas en todo el país, ya golpeados por sus magros ingresos que estos años no pudieron ganarle a la inflación.
Miseria planificada
Lo que hará Milei ya lo hizo Macri entre 2016 y 2018. El resultado, la pauperización y disciplinamiento de la sociedad. Un ejemplo de este plan de miseria planificada emerge tras analizarse lo ocurrido en las provincias de la Patagonia. La alianza Cambiemos les recortó las transferencias no automáticas, redujo drásticamente la inversión real directa y eliminó recursos como el Fondo Federal Solidario. Las jurisdicciones no tuvieron otra que endeudarse en dólares. Las únicas beneficiadas por Macri fueron CABA y la provincia de Buenos Aires, que concentraron el 30% de las transferencias discrecionales totales.
Este combo de ajuste y deuda produjo un sideral aumento de la pobreza. Entre 2016 y 2018, en Tierra del Fuego –Ushuaia y Río Grande- había 28.374 personas bajo la línea de pobreza, contra las 14.567 del 2016. En dos años, la pauperización social se incrementó en un 95%.
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En las ciudades de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, la pobreza se incrementó un 46%, mientras que en Rawson y Trelew, el alza fue del 29%. En dos años, 27.000 chubutenses pasaron a engrosar estas estadísticas. En Río Gallegos, se pasó de 15.182 personas sin recursos para cubrir una canasta básica total a 21.994 habitantes, un salto del 45%.
De más está recordar los convulsionados años en Santa Cruz (2016 y 2017) con la eliminación de toda inversión del Estado nacional; el castigo también se replicó en Chubut con masivas manifestaciones de docentes y trabajadores estatales en las rutas provinciales, enfrentados en ocasiones con los trabajadores petroleros. Los obreros de la construcción, entre los más afectados.
El plan de la motosierra no implica solamente la reducción del gasto público. La sociedad Macri–Milei llegó para profundizar el disciplinamiento social a través de la exclusión.