Con la proximidad del verano, las empresas de distribución eléctrica empiezan a hacer sus proyecciones sobre lo que ocurrirá en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) cuando aumenten las temperaturas. Fuentes de Edenor, Edesur y Edelap anticipan que habrá más cortes de luz pero responsabilizan al gobierno de Javier Milei por haber frenado obras de infraestructura clave para la generación de energía. Además, observan con preocupación el crecimiento de la morosidad que conlleva el aumento de tarifas.
Desde una de las tres distribuidoras reconocieron a El Destape que proyectan un aumento de la morosidad y el robo de energía por el aumento de facturas en los próximos meses. Incluso, admitieron que los aumentos son altos. Las tarifas se están incrementando hasta 6% este mes de septiembre. La luz subió 75% desde que asumió la administración libertaria. En las concesionadas hay disgusto porque el impacto del aumento de la factura es principalmente por quita de subsidios y casi nada llega a sus arcas. Los incrementos a las empresas se dieron mayormente en febrero cuando aumentó el Valor Agregado de Distribución (VAD). A comienzos de año tuvo el mayor salto que osciló entre el 175% y el 438%, según la categoría de usuario. En agosto creció un 3%.
En Edesur se quejan porque hoy de la tarifa que abonan los usuarios sólo el 27% va a la empresa y el 60% de ese porcentaje se destina a pago de sueldos. Aseguran que este año contrataron más personal para mejorar cuadrillas. “La discusión es si el usuario va a pagar la tarifa de forma directa o vía impuestos”, explicó un gerente de la distribuidora de la zona sur del AMBA. De cara al verano se resigna: “Dependemos del clima. Nosotros estaremos en problemas si hay temperaturas de 40º por varios días seguidos”.
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Los ejecutivos trazan una diferencia clara. “No esperamos un verano complicado para la empresa”, auguran. Es que estiman que los cortes de luz serán producidos por un déficit en la generación de energía y no en la distribución que es competencia de las privatizadas. Responsabilizan a la decisión del Gobierno de eliminar la obra pública y detener proyectos clave que iban a aumentar la capacidad energética.
La Secretaría de Energía canceló los contratos para ampliar centrales de energía termoeléctrica iniciadas durante el gobierno anterior. Implica resignar un incremento de 3.340 megavatios (MW) de potencia, un 7% más de lo que se produce en la actualidad. En las empresas advierten que los picos de consumo que pueden llegar a haber en pleno verano no podrán ser cubiertos por la generación actual de electricidad.
El pronóstico es el de grandes interrupciones del suministro como las que hubo el año pasado, o un poco peor. En promedio aumenta 1,5% el consumo de energía por persona por año. Ese incremento de demanda no está siendo atendido por las autoridades nacionales.
“La recesión ayuda. Si hay rebote estaremos más complicados”, contaron en Edelap. La caída en la demanda de energía industrial por la depresión económica promedia el 6% en lo que va del año. Esa compensación podría ser clave si el verano llega al AMBA con prolongadas olas de calor que transformen a la zona metropolitana en un infierno sin luz y tarifas impagables.
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