Hacía unos días que los bancos habían dejado de ofrecer los depósitos ajustados a una inflación (UVA) que se ubica hace meses en dos dígitos y luego que el Gobierno decidiera llevar a cabo una feroz devaluación del peso. Las opciones para ubicar el excedente hasta ahora eran el plazo fijo tradicional o alguna de sus variantes, pero los cambios llevados a cabo este lunes, con una reducción de 23 puntos porcentuales en la tasa de los depósitos en moneda local a plazo, llevándolo a una tasa efectiva en torno al 9 por ciento mensual para una inflación que coqueteará en el 25 por ciento, tiene una única explicación licuar los pesos, llevar al ahorrista a colocar parte de su excedente en dólares y así allanar el camino a una dolarización.
El Directorio del Banco Central tomó este lunes la decisión de reducir fuertemente la tasa de interés para ubicarla en 110 por ciento nominal anual. La medida va en línea con la política de esterilización de activos que está llevando a cabo el Gobierno para allanar el camino a una dolarización, al tiempo que las entidades financieras exigían eliminar cualquier tipo de piso. También elimina una de las posibles herramientas de defensa del poder adquisitivo de los ingresos que había hasta el momento. Ahora, la economía solo te ofrece dolarizar el excedente haciendo subir el tipo de cambio y así avanzar en una dolarización de toda la economía. El fin último que siempre buscó el presidente libertario.
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"En el contexto de un excedente significativo de liquidez y de elevada inflación, el Directorio consideró prudente mantener una tasa de interés mínima para los depósitos a plazo fijo, que decidió establecer en 110 por ciento nominal anual (hasta este lunes estaba en 133 por ciento). Adicionalmente, el Directorio considera que resulta necesario que el sistema bancario continúe ofreciendo al público depósitos a plazo fijo ajustables por UVA. Para otorgarle previsibilidad a la disponibilidad de los recursos, decidió eliminar la tasa mínima de pre-cancelación de estos últimos", aseguró el organismo en un comunicado. Esto último obliga a dejar al menos tres meses el depósito ya que, sin piso, el banco puede ofrecerte cualquier tasa para pre-cancelar esta inmovilización.
El organismo lanzó también este lunes varias medidas con el objetivo de esterilizar los instrumentos indexados para sanear el balance del BCRA y avanzar en una eventual dolarización. "A partir de mañana, su tasa de interés de política monetaria pasará a ser la tasa de los pases pasivos a un día de plazo, tasa que desde el 13 de diciembre fue establecida en 100 por ciento”, señala el comunicado. Las Leliqs, letras que entregaba el BCRA a los bancos, se pactaban a 28 días.
El plan
Con estos cambios, Milei busca reducir el volumen de los pasivos remunerados del Banco Central que en los últimos días se fue trasladando a pases pasivos, en la medida en que los bancos se están sacando de encima las Letras del Banco Central a 28 días de plazo y más, y se pasan a colocaciones con renovación diaria, a la espera de una definición.
La idea, según lo expuesto por Milei, era bajar la tasa de interés de las Leliqs a medida que la inflación cediera. Adelantarse en la baja cuando se espera una inflación cuyo piso rondará el 20 por ciento lo que termine haciendo es licuar los pesos, ya sea el circulante con la devaluación de la moneda por la suba del dólar, como los depósitos con la baja en el piso de la tasa de interés de las colocaciones a plazo.
El Central lanzó así varias medidas con el objetivo de esterilizar los instrumentos indexados para sanear el balance del BCRA y avanzar en una eventual dolarización. "A partir de mañana, su tasa de interés de política monetaria pasará a ser la tasa de los pases pasivos a un día de plazo, tasa que desde el 13 de diciembre fue establecida en 100 por ciento. Con el fin de racionalizar su esquema de gestión de liquidez, el Directorio decidió dejar de realizar licitaciones de Leliqs a futuro, pasando a ser las operaciones de pases pasivos su principal instrumento de absorción de excedentes monetarios", sentenció el organismo que conduce Santiago Bausili.
Al centralizar sus operaciones en un solo instrumento, y al ser su tasa de política la única tasa de interés de referencia, se busca hacer más clara la señal de política monetaria y fortalecer su transmisión al resto de las tasas de interés de la economía".
El organismo prepara el terreno para una colocación compulsiva de bonos que permitirá reemplazar también a las Leliqs. El organismo amplió este lunes el límite que regía para que los bancos puedan adquirir títulos públicos por suscripción primaria. De esta manera, podrían encontrar una salida de los pases que bajaron sensiblemente la tasa de interés la semana pasada y de las Leliqs, dado que el Central solo viene renovando vencimientos y no aumenta stocks.
Por su parte, el Central prepara la puesta en marcha de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal), instrumento al que podrán suscribir exclusivamente los importadores que acrediten deuda comercial, que algunos consideran se ubicará en torno a los 25.000 millones de dólares. En términos técnicos, la medida busca la migración de los pasivos remunerados hacia colocaciones del Tesoro.
La primera licitación de deuda de la era Milei
El Ministerio de Economía anunció las condiciones para la primera licitación de deuda en pesos del Gobierno de Milei, en la cual se volverán a ofrecer instrumentos de tasa fija de corto plazo, dejando una puerta abierta a los bancos que ya no podrán colocar más sus pesos en Leliqs. A través de un comunicado, la Secretaría de Finanzas informó que este miércoles pondrá a disposición del mercado Letras del Tesoro Nacional a Descuento (Ledes) con vencimiento el 18 de enero de 2024, con precio a determinar por el mercado y sin una cantidad previa establecida. Como ya le había comunicado el gobierno a los bancos, las Ledes tendrían una tasa del 15 por ciento mensual.
Si el Banco Central fijara arbitrariamente una tasa menor a la demandada por los depositantes, los ahorristas optarían por el dólar como su moneda de ahorro. La mayor demanda de dólares, en detrimento de la moneda local, se traduciría en una depreciación del peso primero y en una mayor inflación inmediatamente después. Esto es el paso previo a una devaluación de la economía al estilo que pretendió siempre Milei. Si esa idea prospera, el país conseguiría dólares endeudándose.
¿Y cuál sería la garantía de esos bonos? Teóricamente los bonos serían respaldados con acciones de empresas públicas como YPF, acciones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que son acciones que actualmente tiene el Estado con las cuales se pagan jubilaciones y otros gastos.