La inflación en Japón volvió a acelerarse en junio

21 de julio, 2023 | 13.25

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Japón volvió a acelerarse en junio al marcar una tasa interanual de 3,3% interanual en noviembre, informó hoy el Ministerio del Interior y Comunicaciones nipón.

El IPC, que no tiene en cuenta la medición de los alimentos frescos, midió 3,3%, una décima más que en mayo.

En tanto, el índice subyacente –que, además de los alimentos, también excluye los precios de la energía- cayó una décima a 4,2%, luego de registrar un récord en 40 años el mes anterior.

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En ambos casos, las cifras correspondieron con las expectativas de los analistas.

Si bien Japón mantuvo números de inflación menores a los de otros países en la escalada motivada por la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania, sus números siguen siendo superiores a su tendencia histórica.

Además, siguen siendo relativamente persistentes, a diferencia de otras potencias como Estados Unidos y la Eurozona donde los precios comenzaron una tendencia a la baja desde fines del año pasado.

Parte de ello también se explica por la postura sostenida por el Banco de Japón (BOJ) que, al contrario de otros bancos centrales, mantuvo las tasas a niveles bajos.

Esta política ultraflexible continúa en manos de Kazuo Ueda, quien asumió en abril como nuevo titular de la entidad monetaria reemplazando a Haruhiko Kuroda, quien estuvo diez años al frente del organismo.

Si bien la inflación sigue alta, el mercado espera que en la próxima reunión monetaria –fijada para el 27 y el 28 de julio- la entidad mantenga las tasas sin cambios.

“Las cifras fuertes de la inflación no implican que el BOJ haga cambios importantes en su política”, afirmó Masamichi Adachi, economista del banco UBS a la agencia Bloomberg.

Según Adachi, la inflación bajará en los próximos meses al ser mayormente impulsada por los costos de los productos importados.

Precisamente, esta semana Japón informó que, por primera vez en dos años, registró en junio un superávit comercial de la mano de la reducción en los precios de las importaciones energéticas.

En la misma sintonía, Takeshi Minami, economista en el Instituto de Investigación Norinchukin, señaló que la baja en el índice núcleo es un síntoma de que “las empresas están dejando de pasar los costos a los consumidores”, lo cual se evidenciaría en una “clara” ralentización de la inflación en el próximo otoño boreal.

No obstante, se espera que el BOJ en su próxima reunión, al actualizar sus proyecciones macroeconómicas, eleve su pronóstico de inflación para este año fiscal, de 1,8% a 2,3%.

El gobierno japonés, mientras tanto, tomó diversas medidas para intentar mantener la inflación a raya, principalmente a través de subsidios a la electricidad y el gas.

Con información de Télam