Cultivadores italianos nucleados en la asociación Coldiretti reclamaron a las 20 regiones del país que declaren el "estado de calamidad", ante la sequía que golpea a la península y que puede llegar a originar pérdidas de hasta 10.000 millones de euros.
"Es una emergencia nacional que a nivel nacional puede costar 10.000 millones de euros", advirtió en diálogo con Télam el responsable de Coldiretti en la región Lacio, David Granieri.
Según Granieri, sólo en la región dentro de la que se encuentra la capital Roma las pérdidas ya alcanzaron los 250 millones de euros y amenazan con agravarse en los próximos días, con temperaturas que se proyectan cercanas a los 40 grados en algunas localidades.
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Coldiretti, que agrupa a más de 1.6 millones de agricultores de todo el país, pidió a los Gobiernos de las 20 regiones que activen el protocolo para declarar la emergencia para evitar una "situación dramática" que podría darse ante la pérdida de cosechas.
Según Granieri, la intervención de las regiones es imprescindible para mantener el nivel de provisión de alimentos "en un momento en que el país necesitaría todo su potencial alimentario para hacer frente a los efectos en los precios provocados por el conflicto en Ucrania".
"Estamos frente a un escenario de profunda crisis hídrica que se agrava con la ola de calor, que lleva las temperaturas hasta los 40 grados", explicó, con niveles freáticos cada vez más bajos.
Según datos de Coldiretti, en lo que va del año en la región de Lacio cayeron unos 100 milímetros de agua, frente a una media de más de 350 en los últimos 16 años.
Con información de Télam