Pese las búsqueda de sentido común en torno a una fuga de inversiones, vis a vis con la salida de divisas del sistema, la inversión real --aquella que no tiene como destino la especulación financiera --reflejó en mayo un alza de 22,8 por ciento respecto de igual mes del año pasado. En términos desestacionalizados, presentó una caída de 4,1 por ciento, siendo el primero descenso después de tres meses consecutivos de expansión. Sin embargo, eso no impidió que los actuales niveles de inversión se encuentre "a los niveles máximos de la serie que se vieron a finales del 2017", señala el último informe del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala.
De acuerdo con el relevamiento de la entidad, en mayo, el Indicador Mensual de la Inversión (IMI) registró un crecimiento de 22,8 por ciento interanual, mientras que en lo que va del año la inversión se expandió 14 por ciento. Si se desgrana por rubro, la actividad de construcción apuntala (por su efecto multiplicador) la cifra con un aumento de 19,9 por ciento anual, todavía por debajo del punto máximo de 2017. Del mismo modo, el equipo durable de producción (EDP), presentó una incremento de 26,2 por ciento también inferior el punto récord de 2017.
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"La inversión en equipo durable de producción nacional (EDPN) exhibió leve crecimiento de 6,8 por ciento anual. Sin embargo, este sector se ubica en niveles cercanos a 2017", señala el ITE de Fundación Abdala. Por su parte, el equipo durable de producción importado (EDPI) tuvo un aumento de 39,1 por ciento anual. Este sector continua siendo el que más aporta al crecimiento de la inversión, el cual se encuentra vinculado a la dinámica del tipo de cambio.
"Las empresas se encuentran en un fuerte periodo de capitalización interna impulsado sobre todo por los bienes de capital importados", reconoce el informe.
Por su parte, la consultora de Orlando Ferreres estima que la inversión real bruta fija creció 25 por ciento medida en términos de volumen físico (sin contar el efecto de la inflación). "Con esta suba acumula para los primeros cinco meses del año un crecimiento de 17,5 por ciento. En la medición en dólares, se estima una inversión de 7704 millones de dólares mensuales", señala la entidad que preside Ferreres.
En el relevamiento por rubros se destaca maquinaria y equipos, que en mayo registró un aumento de la inversión de 21,6 por ciento anual. El equipo durable de producción acumula una suba de 16,7 por ciento en los cinco meses transcurridos del año. "Como venimos advirtiendo hace más de un año, el avance sigue siendo explicado casi en su totalidad por los productos importados", alerta la consultora Ferreres, que también alerta por el adelantamiento de compras de bienes durables al exterior.
"Así, mientras que los equipos nacionales crecieron 2,9 por ciento en mayo, los importados lo hicieron al 41,8 por ciento anual", sostiene. En el caso de la construcción, el sector anotó en mayo el mejor resultado del año, con un crecimiento de la inversión de 28,4 por ciento, y acumulando un avance de 18,3 por ciento para los primeros cinco meses.
"La inversión continúa siendo uno de los componentes más dinámicos de la demanda, gracias a la tendencia ya extendida de los agentes económicos a desprenderse de los pesos excedentes y fijarlos en bienes que conserven el valor. La práctica más habitual sin dudas es a través de la importación, que toma ventaja del acceso al dólar al tipo de cambio oficial, con un valor que se acerca a la mitad del establecido por el mercado", reconoce Ferreres.
Para junio anticipa que la inversión, principalmente la proveniente del exterior, se resienta. Ante el constante goteo de dólares que pierde el Banco Central por la importación, las autorizaciones del ingreso de maquinaria del exterior entró al centro de la discusión política y la autoridad monetaria dictaminó nuevas restricciones hasta el 30 de septiembre, imponiendo límites a las operaciones con Licencias No Automáticas.
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